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"Sr. Martín Marzano

Presente

En las distintas etapas de la vida política: ganando o perdiendo elecciones, teniendo honores inmerecidos de nuestro Pueblo y de nuestro Partido; aprendí -entre otras cosas-, que la actividad política –bien entendida- es aquella que se realiza al servicio de la gente.

Y también aprendí, que las difamaciones baratas y las falsas alabanzas, quedan por el camino. Lo que no queda por el camino es el serio reconocimiento al esfuerzo y al trabajo, que en definitiva es el único premio para aquellos que no vivimos de la política; ni nos hemos servido de la política para cuestiones personales; lo que nos lleva a una paz espiritual a prueba de cualquier circunstancia de mala intención.

Usted comenzó a trabajar en política en mi casa, -como tantos amigos-. Muchos de ellos que hoy están, y otros que se fueron de ésta Vida.

Usted Sr. Marzano, un día me planteó que iba a recorrer un camino distinto dentro del Partido Colorado; y yo lo apoyé en su decisión. Con lo único que debía apoyarlo, que era con el estímulo espiritual.

Sin embargo, a partir de ahí, se convirtió –tal vez- en el campeón de la difamación a mi accionar político. Mis amigos y vecinos, en forma permanente, venían a contarme –con asombro- el tenor de sus apreciaciones Sr. Marzano.

Por supuesto, que todas hechas detrás del biombo. Nunca de frente: ni en una Convención, ni el Comité Ejecutivo; ni Órgano partidario, ni en ningún Medio de Comunicación.

Aquel nuevo rumbo que usted tomó, lo llevó a la Presidencia del I.N.A.U., que recordará usted, desde el Senado de la República, apuntalé, defendí y voté.

Recordará también, que cuando usted dejó el I.N.A.U. (año 2005), fue por mi casa, a plantearme un asunto personal, que me veo en la obligación de relatar:

Me plantea su situación económica familiar, que le remataban su casa, que no tenía ingresos, que tenía que reiniciar su actividad profesional desde cero. Y yo en ese momento, tenía solo 2 alternativas: cobrarle las cuentas a usted Sr. Marzano de 5 años de difamación solapada a mi persona; o echarle una mano de buen vecino, como tantas. Y opté por ésta última.

Recordará usted también, que en mi casa, luego de algunas llamadas telefónicas al Banco que le remataba su única vivienda, se consigue que con la entrega de 10.000 dólares, usted y su familia

–como me lo planteó y corroboré yo con el Banco ejecutante- lograban parar el remate; evitando que quedaran en la calle.

En ese momento Sr. Marzano, usted me planteó que tenía un ofrecimiento de 7.000 dólares por su auto, que enajenaba rápidamente, pero que le era imposible conseguir los 3.000 dólares restantes, para frenar dicho remate.

Allí mismo, yo le entregué los 3.000 dólares, en préstamo, para que resolviera su situación. Dinero que me prometió pagar en cuotas mensuales sin interés.

También le dije, que era imposible que pudiera trabajar profesionalmente -entre la ciudad de Maldonado y la ciudad de San Carlos- sin tener un vehículo que le facilitara su traslado.

Con una alquiladora de autos amiga, le conseguí durante 8 meses, un auto de alquiler, el que representó aproximadamente 7.500 dólares por su uso.

En ese momento Señor Marzano, usted no pertenecía a mi sector político. Y ni siquiera hablamos de política. Porque habían valores más importantes en juego, como es el Hogar, la Familia y los Hijos.


Pasó el tiempo, y usted Marzano participó con su sector político en un nuevo acto eleccionario, y yo, ni siquiera lo invité a ser parte de mi sector (elecciones internas de junio de 2009).


Las circunstancias políticas se dieron, para participar en forma conjunta en una elección Departamental (mayo de 2010), donde ProBa -nuestro sector político- configuró listas a la Junta Departamental de Maldonado: todas ellas encabezadas por nuestro candidato a la Intendencia como primer titular a la Junta Departamental.

No existe ningún registro público ni privado, de que usted Sr. Marzano, fuera candidato a edil titular a la Junta Departamental.

Y lo digo con propiedad, porque fui el Jefe de Campaña de ese acto eleccionario.

Pero como éste es un tema político -del cual alguna vez hablamos-lo invito a que tratemos el mismo, en el marco de la ética y la moral; pero previamente hablando de ética y de moral, y de los valores antes mencionados.

Es importante recordarle, que en todos éstos años, nunca, tan si quiera me manifestó su interés en pagarme la deuda que usted Sr. Marzano contrajo conmigo, para un objetivo tan sagrado, como así lo sentí yo.


Págueme Señor Marzano !
Páguele también al querido correligionario Scrollini !
Honre sus Deudas !

Honre el lugar en el que la sociedad lo ha puesto frente a un Instituto Universitario de Maldonado !

Y de política, (o de politiquería), como es el caso en el que usted está haciendo firmar a su hermana –porque ya no tiene un compañero que le firme un comunicado-, le ofrezco Sr. Marzano la Convención Departamental de nuestro Partido Colorado, en donde seguramente, si recorremos ese camino, quedará muy mal parado."