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UN BAÑO DE PUEBLO. Luego de su ya tradicional saludo de despedida -"¿Cuento contigo? ¡Contá conmigo!"- al empresario Juan Sartori le costó dejar el Palacio Peñarol. Una multitud de gente, dirigentes blancos que se sumaron a él, veteranos de rostro curtido, jóvenes que parecían más fans que militantes, se acercó al escenario para abrazarlo, besarlo o sacarse una, diez, cien selfies. El precandidato a la Presidencia más joven del Partido Nacional se estaba dando, literalmente, un baño de pueblo. Y un baño del tipo sauna, a juzgar por la temperatura cercana.

Hacía casi una hora que el Palacio Peñarol, abarrotado, en el que apenas cabrían dos alfileres o tres, había recibido a Sartori, único orador de su acto de lanzamiento de campaña. Antes de las 20 horas de este martes, hora prevista para el discurso, ya se notaba el clima. Mucho ómnibus en la puerta, mucha gente del Interior - Dolores, Río Branco, Rivera, Cerro Largo, Tranqueras, Mercedes, Maldonado, Minas, Durazno-, mucho gorro blanco y mucha remera blanca con el nombre del candidato, mucha presencia de gente de extracción humilde, mucho ruido de tampores y de cornetas del tipo vuvuzelas.

"Sientanse libre de mostrar de donde exhibir esos carteles. Queremos saber de dónde son y de dónde vienen", clamaba la voz en off que buscaba matizar la espera. La misma daba señales del precandidato, un desconocido para el gran público hasta noviembre del año pasado: que tiene 38 años, que "no nació rico ni heredó nada", que "su fortuna" la consiguió con capacidad y trabajo, que "no solo ha sido el más importante promotor de su país sino que ha hecho abundando labor social", que esto último incluye darle oportunidad a jugadores uruguayos a probarse en el Sunderland, club inglés del cual es uno de los dueños.

Con gran puntualidad, luego de la exhibición de un video prolijamente editado, Sartori salió al escenario a recibir una ovación -incluyendo los tambores y las vuvuzelas- dignas de un ídolo pop. Recordó riendo a la gente que hacía tres meses no lo conocía, "y ahora está lleno el Palacio Peñarol". En el arranque y por unos segundos, sus palabras coincidieron con el reparto de remeras con su nombre en la parte alta de la tribuna José Luis Buzzetti (la que da a calle Magallanes) por parte de algún integrante de su staff, lo que generó alguna bronca del equipo de organización: el barullo no era el ideal para tener de fondo de un discurso de campaña.

"Mi propuesta es precisa. Vamos a crear 100.000 puestos de trabajo", señaló en el momento de mayor ovación de la noche. "Yo me imagino que los mismos de siempre, los que han gobernado a la deriva, los que no han generado un solo empleo en su vida serán los primeros en decir que no se puede. Yo les vengo a decir que Uruguay todavía tiene mucho potencial. Que aquí hay todavía mucho por hacer y por lograr. Y les voy a decir cómo".


Sobre la forma en la que generará cien mil puestos de trabajo, Sartori dijo estar dispuesto a derrumbar tres barreras "que impiden reanimar el ánimo emprendedor y no dejan que vengan las inversiones que necesitamos: impuestos asfixiantes, ineficacias burocráticas y rigideces excesivas".

La presidenta del Partido Nacional, Beatriz Argimón, fue una de las autoridades políticas presentes en el Palacio Peñarol.

En su oratoria se comprometió varias veces a la generación de empleo. "Yo quiero, puedo y sé como generar los puestos de trabajo que necesitan los uruguayos. Y lo vamos a hacer sin sacrificar derechos adquiridos ni beneficios sociales".

Entre las medidas que prometió ante más de cinco mil personas, Sartori dijo que bajará los combustibles, con mejor gestión y quitándole el monopolio a Ancap. “En nuestro gobierno vamos a poner gente capacitada para administrar los recursos y las empresas del Estado. Terminaremos con el clientelismo político en los puestos de responsabilidad. Con nosotros se acabará el tiempo en que los errores del gobierno los pagan los ciudadanos. Responsabilidad, transparencia y rendición de cuentas, serán los signos de nuestra gestión pública”.

Una "reducción de los impuestos para reactivar la economía, generar empleos e incrementar el consumo", que sería una de las primeras medidas de un gobierno suyo, fue otro de los momentos que cosechó más aplausos de la ceremonia.

También tuvo un capítulo aparte para jubilados y pensionistas a quienes les dijo que les quitará los impuestos porque no pueden vivir de esa manera, que consideró "injusta".

Si bien aludió a la historia y las ideas del Partido Nacional, si bien también mencionó sus planes para una "educación de calidad" y un incremento en la seguridad en las calles, fue en los momentos en que habló de generar puestos de trabajo (reiterados), de reducciones impositivas y de aludir al "ciclo agotado" del Frente Amplio (también mencionado más de una vez) que recibió los mayores aplausos.


La noche terminó con el saludo de Sartori desde el escenario acompañado por su esposa y su pequeño hijo, previo al baño de pueblo ya consignado. También finalizó con la divulgación por parte del comando de campaña de Sartori de la última encuesta de consultora Radar, dada a conocer este martes en el informativo VTV.

Según ella, Sartori -quien era un total desconocido para el gran público hasta noviembre pasado- está tercero en la interna blanca con miras a las internas del 30 de junio, con el 16% de la intención de voto, superando al intendente de Maldonado Enrique Antía (15%), la senadora Verónica Alonso (6%) y a Carlos Iafigliola (1%). Esto es once puntos porcentuales más que en la anterior medición, de enero. Tiene cerca al senador y líder de Alianza Nacional, Jorge Larrañaga (22%) y más lejos a Luis Lacalle Pou (43%). Sin embargo, estos dos últimos perdieron votos desde la última encuesta. (Crónica de Leonel García)

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