ABC (España)
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AHORA ES REALIDAD!!! Diego Pablo Simeone cumplió un viejo sueño. «Luis Suárez es un jugador extraordinario», aseguraba en mayo de 2013 cuando el uruguayo aún militaba en el Liverpool y se especulaba que podía recalar ese próximo verano en el Atlético de Madrid. Han pasado siete años y la admiración que el técnico siente por el charrúa se mantiene intacta. Tanto, que vio el cielo abierto cuando Ronald Koeman le incapacitó para formar parte de su proyecto. Levantó el teléfono y le contó su sueño a Miguel Ángel Gil Marín. Desde la planta noble del Atlético de Madrid solo le pusieron una condición: la masa salarial. Si quería a Luis Suárez debía convencerle para que cobrara lo mismo que Diego Costa o Morata (en torno a los nueve millones netos por temporada) y conseguir que uno de los dos delanteros aceptara una salida. Por lo pronto Moranta viajó a Italia para jugar por el Juventud.

ASI SUCEDIÓ...

Tras una buena dosis de intriga, el fichaje de Luis Suárez por el Atlético, quedó finalmente desbloqueado. Ocurrió después de que los abogados del jugador se reunieran con el presidente azulgrana Josep Maria Bartomeu, que se había negado a concederle la carta de libertad a cambio de nada. La solución acabó contentando a todas las partes: los rojiblancos tendrán que pagar ciertas cantidades por objetivos, pero no un fijo próximo a los 10 millones como exigía inicialmente el presidente azulgrana. Suárez, de 33 años vestirá de rojo y blanco las próximas dos temporadas y Simeone ya tiene a ese delantero contrastado que tanto lleva buscando. Ahora el tiempo dirá si esta vez, al fin, ha dado con la tecla.

La operación, que parecía bien planchada el lunes por el Atlético, se arrugó por la negativa de Bartomeu a abrir la puerta gratuitamente a Luis Suárez, al que aún le restaba un año de contrato con el club azulgrana. Durante horas el traspaso quedó bloqueado e incluso llegó a vetarse al conjunto rojiblanco como destino del charrúa, ya que significaba reforzar a un rival directo en La Liga. En el fondo, además, aún recordaba la situación vivida un año atrás con el fichaje de Antoine Griezmann. A la entidad culé le tocó pagar 15 millones más de los 120 de la cláusula, tras la denuncia por haber hablado con el jugador teniendo contrato en vigor.

El caso es que hasta última hora del martes, el Barcelona no desbloqueó la situación, para satisfacción de Diego Simeone, que llevaba un mes persuadiendo a Suárez para que se embarcase en su proyecto. El día que Ronald Koeman le comunicó por teléfono que no contaría con él (24 de agosto), al técnico argentino se le abrieron los ojos de par en par.

Y, prácticamente desde aquel instante, ha hecho todo lo posible para convencer al ariete de que el Metropolitano era el mejor destino posible. De que, con sus goles, como ya ocurrió en 2013 con David Villa, ambos saldrían beneficiados.

El hilo telefónico entre ambos ha estado abierto entre ambos durante este tiempo, hasta el punto de que el uruguayo, autor de 198 goles en 283 partidos como azulgrana, ha empujado para ponerse su nueva camiseta. Lo hará durante las próximas dos temporadas y cobrará una cantidad cercana a los 10 millones, que es el tope que marcan Oblak y Costa, los mejor pagados de la plantilla.

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