Periodismo e información confiables.

VALIÓ LA PENA. La residencia presidencial en el Prado se constituyó en un punto muy alto del Día del Patrimonio 2020. La gente interesada en visitarla demoró hasta tres horas para ingresar en pequeños grupos, y con estrictos controles sanitarios para recorrer la planta baja de la casa y el jardín. Dentro de la vivienda se puede observar la sala de ministros, la de música, la protocolar y el despacho del presidente. Al retirarse la mayoría se mostró satisfechos y conformes con la espera señalando que "valió la pena".

En diálogo con Comunicación Presidencial, William Rey valoró el significado histórico de la residencia ubicada en el barrio Prado. Se trata de una obra de comienzos del siglo XX, diseñada por el arquitecto Juan María Aubriot (1876-1939) para la familia Fein Lerena. Luego de varios años, fue modificada en su imagen exterior, pero sin perder su característica de villa.

En 1948, durante el mandato de Luis Batlle Berres, comenzó a ser la residencia presidencial. Allí se destaca una gran escalera imperial con detalles excepcionales de carpintería, “un importante ejemplo de la arquitectura uruguaya que, afortunadamente, hemos recuperado para su socialización”, puntualizó Rey.

Después de 10 años se volvió abrir al público que estuvo ávido por conocerla y disfrutar de una patrimonio del país, donde en su segunda planta reside el actual presidente de la República, Luis Lacalle Pou con su familia.