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Agregó que Uruguay no es ajeno a lo que pasa a nivel internacional, porque “se replican las olas políticas e ideológicas en América Latina, desde siempre. Yo pongo todas las guerrillas que hubo, país por país. Todos los golpes de Estado. Y qué pasó cuando volvieron a la democracia, porque hay similitudes entre los países. Cómo se dieron los gobiernos liberales, cómo se dio la era progresista y luego el repliegue”.

QUIEBRE DE TENDENCIA

Destacó que “este libro es el tercero de una trilogía que comenzó con “El voto de agua tibia’, siguió con ‘A boca de urna’”. Dijo que el primero se publicó en 2015, “cuando se produjo un quiebre de tendencia”.

“Hay que trata de identificar las tendencias”, destacó. Y en 2015 hubo un cambio “muy importante” en el mundo y en el país, especialmente, señaló. Agregó que, desde ese momento, “la proyección mostraba que se avecinaba un cambio” en 2019.

También destacó que “había más de dos años que se veía que el Frente Amplio iba a una votación del 40%, que podía corregirla o empeorarla”, sostuvo.

Consultado sobre si hubo “un triunfo multicolor” o una “derrota tricolor”, admitió que “hay un poco de cada cosa”.

Añadió que el Frente Amplio no advirtió “las luces amarillas que había” y en cierta manera menosprecio el potencial de Luis Lacalle Pou. “Decían que tenía mucho rechazó. Y tenía el mismo rechazo que (José) Mujica. Definitivamente, tenía un rechazo alto, pero era el mismo que el de Mujica, la figura más popular del Uruguay. Mujica tiene un altísimo porcentaje de simpatía, pero también de antipatía”, apuntó.

LACALLE POU TENÍA “UN PLAN”

Expresó que en el FA pensaban que Lacalle Pou “no estaba maduro” para ganar, pero el candidato blanco “tenía un plan. Hay que tener un plan. En general no hay plan”, con estrategias y objetivos, enfatizó.

Por otra parte, señaló que el libro también analiza “el fenómeno” de Guido Manini Ríos, quien también tenía “una estrategia”, y que es “muy interesante”.

Asimismo, destacó que otro elemento atractivo es “la historia de los Herrera”, la que calificó como “increíble” y es “un caso único en la historia del mundo”, ya que arranca en el Virreinato del Perú y sigue hasta ahora.