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“Consideramos que ya no estamos más catalogados como agentes turísticos. Y presentamos renuncia a la Cámara (Uruguaya de Turismo), de la cual fuimos socios fundadores”, agregó.

Franco dijo que, si bien las intendencias les otorgan “matrículas especiales”, no tienen ningún incentivo. “Nos han quitado el beneficio que había en la patente, que aumentó un 47%. Ese pasó a ser el costo más importante en nuestro rubro. Y en el Congreso de Intendentes nos han manifestado, puntualmente, que a las intendencias el turismo no le interesa, que no le da nada; que, si queremos incentivos, se los pidamos a Rentas Generales”, indicó.

Informó que el sector tenía “una exoneración de IMESI. En el año 2000 la derogaron… Quedó el 50% que se tenía en las patentes, por ser grandes contribuyentes, para favorecer el turismo y combatir la informalidad. Cuando nació el SUCIVE nos reunimos y nos dijeron que, como atendíamos empresas corporativas y respondíamos a licitaciones estatales, no era viable el descuento y se negoció un 32%. Y ahora nos sacaron ese 32, lo que termina representando un 47%, expresó.

“No entienden que turista no es sólo el extranjero Es también el que se va de Punta del Este a las termas, o alquila un auto y viene e Montevideo a Punta del Este. O el corporativo, que alquila un auto para su gerente o empleado, que va a otro departamento, se queda en un hotel, come en un restaurante, carga combustible en ese departamento… Es exactamente lo mismo que hace un turista. Entonces, somos prestadores de servicios; pero no lo entienden así”, sostuvo.

Señaló que ahora pretenden que, “si no nos dan incentivos, no nos pongan regulaciones… Nos obligan a tener los vehículos cuatro años, a tener fianzas, cuando a la hotelería no le piden fianza ni le controlan la antigüedad de un colchón... Al restaurante no van y le controlan la antigüedad de los cubiertos”, remarcó.

“Si no merecemos ningún incentivo y no se quiere combatir la informalidad, por lo menos déjennos trabajar en el libre comercio y no nos pongan costos… Ni nos pongan chapas especiales, que obliga a reempadronar el vehículo cuando se pone a la venta. Es un doble costo. En el mundo, por seguridad, ya no se les ponen chapas distintas. Acá vamos contra toda la corriente”, añadió.

Manifestó que, antes de tomar esta decisión, se reunieron varias veces con la ministra de Turismo, Liliam Kechichián, quien realizó gestiones a nivel del Congreso de Intendentes a través de sus asesores. “Pero, lamentablemente, no hubo eco”, apuntó.




foto: TW Camtur, presentación de Asara en Seminario