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Tras la reunión con el empresario Giuseppe Cipriani y el arquitecto Rafael Viñoly, celebrada el jueves por parte de la Comisión, el curul dijo que “se le cambió un poco la idea de cómo tendrá que ser el proyecto”. Confirmó que la torre más alta bajará de 60 a 40 pisos.

“El proyecto bajará casi a 110 o 120 metros” y se elimina “el puente” hacia la playa, aunque tal vez se pueda hacer un túnel, señaló. Indicó que también se le pidió al inversor que la propuesta no tenga tantas torres, “para dar más luz, más verde”.

“Se fueron con esa idea a trabajar, Pensamos que antes del fin de semana estarían presentando el nuevo proyecto”, afirmó.

“La idea es tener la misma cantidad de metros… Pero diferente. Va a ser más ancho” admitió.

Informó que algunos ediles del Frente Amplio lo consultaron por el origen de la inversión, a lo que Cipriani respondió que el monto inicial, de unos 170 millones de dólares, van a ser aportados por su propio grupo. No descartó que, a futuro, se requiera inversión externa para proseguir con el emprendimiento.

Artola dijo que “él prefiere iniciar el proyecto”, ya que no se retrase y “luego ahí si viene gente que ya está dispuesta a invertir en Uruguay”, explicó.

Añadió que, si se va a aprobar, tiene que hacerse “lo antes posible”. Ya se maneja que las obras podrían estar comenzando entre noviembre y diciembre, se adelantó.

“El estudio por parte de la Intendencia no puede demorar más de 20 días… Y en la Junta, con alguna sesión especial, que este proyecto lo amerita, 10 días y no más”, sostuvo.