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En un momento de su entrevista con FM GENTE, fue consultado sobre la publicación por parte de diario El País de un informe sobre la cantidad de teléfonos intervenidos con orden judicial a partir 2009, a lo que el candidato respondió:

Antes que nada, yo no hice público el informe. Se ve que hay otra persona que lo hizo público, no fui yo. Pese a que me lo pidieron.

A mí la preocupación es que no me contestan lo que pregunté. Yo pregunté si me estaban haciendo, si me habían hecho escuchas telefónicas.

¿Usted sospecha que le estén haciendo?

Y, por algo pregunto. Se ha comprado mucho equipamiento en los últimos tiempos por parte del Estado. Una cantidad de cosas. Y nosotros estamos insistiendo mucho con que ese equipamiento se tiene que utilizar adecuadamente. Y nos parece que no hay regulación sobre eso, por más que tiene que ser con una disposición judicial, queremos saber dónde está el equipamiento, donde se dispone, y los motivos por los cuales los jueces lo han dispuesto.

Quizá para poder legislar mejor el día de mañana en cuanto a la protección de los ciudadanos honestos, y ahí creo que tenemos mucho para avanzar.
El diputado (José) Amy de Soriano ha trabajado mucho en el tema de regulación de los servicios de inteligencia, y hay una cantidad de cosas a las que tenemos que atender hoy para entender el avance tecnológico. La legislación tiene que adaptarse o prever lo que pasa, y no lo estamos haciendo.




Es decir, que no le satisface plenamente el informe?

No, no, porque nosotros empezamos esto hace cinco años, cuatro años y pico, cuando asumimos en el Senado. Primero averiguamos qué equipamiento había. El ministerio de Defensa y el ministerio del Interior, Antel, nos confirmaron que utilizaban precisamente determinado equipamiento. Solicitamos los protocolos de actuación y nos dijeron que era con disposición de la Justicia. Pedimos información a la Justicia y yo quería saber si yo estaba siendo objeto de escuchas.

Lo que me llama la atención es que no me dan la información. Entonces obviamente que alimenta más sospechas, porque además la forma más fácil es esa. En lugar de darnos la información, nos dicen se hicieron tantas, y tantas en tal lado; no, no, decime dónde y quién, es eso lo que queremos saber.

Sospecha que haya mucha gente que esté vigilada de esta manera…

Como se presume no sé cuántos son, pero yo creo que hay que ser muy cuidadoso en su uso. Ahí tendríamos que tener directivas muy claras, me parece a mí y que no las estamos teniendo. A mí me parece que todo lo que es regulación de inteligencia tiene que tener participación de toda la oposición.

Y no es que es que nos tengamos que enterar todos los legisladores, pero normalmente en los países en que funcionan estas cosas hay una comisión de inteligencia en el Parlamento que trabaja con los servicios de inteligencia, donde cada partido tiene uno o dos delegados que bajo juramento de no revelarle a nadie el contenido de eso participan ahí, y dan la certeza de que a alguien no lo están escuchando e invadiendo su privacidad. Me parece que es necesario avanzar en eso.



Se queda con esto o va a seguir

No, voy a seguir, voy a seguir. Hay un libro que recomiendo, 1984 de George Orwell, el autor de Rebelión en la granja, allá en 1939-1940 escribió esa novela. Después se hizo una película, con Susana York, muy buena. Y hablaba del Gran Hermano, esto que está de moda hoy, en 1939, eso era lo que tenía de bueno Orwell.

Orwell era un socialista que era muy crítico de la Unión Soviética y de los comunistas, británico, y justamente él prevenía de ese mundo. Venía de un Londres donde había un ministro de la Felicidad, un ministro de la Comunicación, donde se repetían los eslóganes donde había muchas cosas prohibidas, donde espiaban a todos todo el día. Hay algún gobernante sudamericano que acaba de crear un ministerio de la Felicidad. Se ve que leyó 1984. Orwell lo que hizo fue prever esto que estamos viviendo hoy.