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Este miércoles se supo que la Justicia española decidió suspender la causa de abuso y maltrato que pesaba sobre el padre de la niña cuyo caso se hizo conocido en Uruguay por la campaña "María no se va". La magistrada encargada del caso indicó que las pruebas en contra del hombre no eran suficientes para acusarlo de cualquiera de los dos delitos y por eso decidió archivar la causa.

Por otra parte también dejó sin efecto las medidas cautelares que prohibían que el padre se acercara y se comunicara con la niña, una medida impuesta por la Justicia uruguaya. Además solicitó que se inicien actuaciones para acusar a la madre por la presunta comisión de un delito de acusación y denuncia falsa, que habría cometido en el momento en que acusó al hombre de abuso y maltrato.

Priuch dijo a FM Gente que observa “con tranquilidad que realizamos una tarea que los propios resultados de España demuestran que estábamos en el camino correcto”.

Recordó que los abogados de la madre de la niña intentaron atacarlo por el lado ético y profesional que, finalmente, la Suprema Corte de Justicia, laudó a su favor “por cinco ministros contra cero”. Señaló que esto estaba referido a que sostenía que la Justicia no podía expedirse acá nada más que sobre la restitución de la menor.

“La Justicia española lo que hizo ahora no fue sólo archivar la causa del abuso o violencia. Fue un poco más allá. Mandó restablecer el vínculo ente el padre y la menor. Y además, abrió dos causas contra la madre: una por denuncias falsas respecto al padre y otra por abuso de la integridad moral de la menor”, señaló.

También señaló que “no sólo se atacó al padre, sino que se terminó yendo contra mi persona, en algo que en mis más de 30 años de abogado nunca había visto”. ´

Indicó que un “estudio importante” de abogados utilizó una amplia estrategia, utilizando medios de comunicación y grupos de presión, “pensando que se podían llevar por delante a la Justicia. Y la realidad demostró que una jueza, un Tribunal de Apelaciones y la Suprema Corte no se dejaron llevar por delante. Cuando me tocó a mí, me defendí y la Suprema Corte me dio la razón. Y los condenó a pagar costas y costos, lo que no es habitual. Quiere decir que se vio una deslealtad y mala fe poco habitual… No es poca cosa la decisión de la Corte”, remarcó.

El abogado dijo que el caso “le dio pena”, aun sin conocer a las partes, y que la justicia española lo resumen al decir que se puso en riesgo “la integridad moral de la menor”.

Consideró que todo lo que se “armó” en torno a este caso, usando como base fundamentos jurídicos, fue desechado en tres instancias judiciales en Uruguay y ahora en España. “Resulta que hay gente que cree en la Justicia cuando los fallos le son favorables. Y si no es favorable, la Justicia no sirve”, comentó.

También explicó que no inició una demanda contra quienes lo acusaron, porque en estos casos el resarcimiento es económico, y el tema “va mucho más allá” de recibir una suma de dinero para sentirse satisfecho. “En un momento estaba muy enojado, por lo injusto que era. Pero la reivindicación me la hizo el propio Poder Judicial… No descarto tomar alguna acción legal en algún momento, pero por un tema de rectificar conductas, para que no salga gratis actuar mal y queriendo manchar a la gente sabiendo que es falsa la acusación… Básicamente a los tres abogados que actuaron (en este caso) con absoluta mala fe y se pasearon por todos los canales y algunas radios usando mi cargo y mi nombre con una finalidad espuria y falsa”, subrayó.