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Sánchez dijo que si bien hubo algunos temporales, nunca le tocó enfrentar una inundación como la actual. “Esta es casi como las e 2007, que fue la crecida más importante de la historia del departamento”, destacó.

Informó que el Río Olimar, que es el que desplaza más gente cuando crece, “ya bajó, pero igualmente hay unas 250 personas en los refugios de la Intendencia, porque no deja de llover” y se complica el retorno a sus hogares.

Expresó que en Treinta y Tres hay unas 50 o 60 mil hectáreas inundadas y otras 100 mil con mucha agua. Destacó que las pérdidas en la cosecha de arroz, el producto que más se cosecha en se departamento, “son graves”. Explicó que en ese rubro trabajan entre dos y tres mil personas, de los cuales un 75% son “medianeros”, lo que significa que no son propietarios de las tierras y “se quedan con pocas posibilidades de seguir trabajando”.

Consultado sobre la pérdida de cabezas de ganados, ya que se menciona que podrían ser unas 100 mil, Sánchez explico que en este momento no tiene cómo evaluar ese problema. “Nos hemos dedicado a la gente que está evacuada. Eso se hará después. Pero puede haber una pérdida importante de ganado”, expresó.

También manifestó que, en materia de infraestructura, hay unos 500 o 600 kilómetros de caminería afectados “y afectados al medias hay otro tanto. Y adentro de las chacras hay caminería rural hecha por los arroceros que también se perdió. Es millonaria la pérdida”, agregó.

El jefe comunal mantiene hoy reuniones a nivel de su sector, el Partido Nacional, y de tarde intervendrá en la sesión plenaria del Congreso de Intendentes.
Destacó que, al menos en el caso de Treinta y Tres, “el gobierno nunca estuvo ausente” ante este problema.

Indicó que el gobierno habla de una ayuda global de 13 millones de dólares y recordó que en una creciente anterior, que fue menor, hace dos o tres años, sólo su departamento sufrió pérdidas estimadas en 1.800.000 dólares. “Parece que es poco en relación a lo que necesitamos. Pero evidentemente, teneos que hacer una evaluación más seria. Porque todavía no ha salido el agua de esos lugares. Es poco serie empezar a largar cifras definitivas, cuando no tenemos evaluada la mortandad de ganado ni cómo va a quedar la cosecha de arroz”, consideró. “Antes de la lluvia se había cosechado un 35% del arroz. Y no sabemos si ahora las pérdidas son totales o puede cosecharse lo que falta”, añadió.