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“Esta empresa, por tercera vez, se niega a concurrir al Ministerio de Trabajo, a discutir los temas que el sindicato le está planteando. Acá hay represión sindical… Un trabajador, por estar sindicalizado, es al único al que la empresa le pierde la confianza y lo deriva a otro puesto. Y termina con una pérdida salarial”, explicó.

González dijo que los negociadores de los Consejos de Salarios entendieron que la empresa debía rever esa decisión “y aceptar algunas de las propuestas de salida. El 5 de diciembre tendría que haber dado una respuesta ante las dos propuestas presentadas por el sindicato. La empresa comunicó que le perdía la confianza al Ministerio de Trabajo, que no iba a negociar y no se presentó”.

Informó que el 31 de diciembre se hizo una asamblea de tres horas, para analizar, además, que la empresa pretendía incumplir desde marzo algunos aspectos convenidos con el personal. Explicó que luego la empresa no permitió luego el reintegro de los trabajadores y les descontó todo el jornal.

Agregó que, tras esto se convocó a la empresa al Ministerio de Trabajo, en Montevideo, para el 13 de enero, pero la empresa tampoco se presentó. Entonces, se hizo un nuevo intento para el 22 de este mes, en Maldonado, “y la empresa, por tercera vez, no concurrió”.

Afirmó que el sindicato reitera su posición favorable a la negociación, que a su juicio se debe especialmente a un cambio de gerente.

Dijo que esta situación afecta a 12 trabajadores.

Heber Figuerola, de la Federación de Trabajadores de la Industria Láctea, dijo que, a nivel, general, “se observa una suerte de ensayo y error que están haciendo los empresarios, por las reestructuras y la reprensión que están llevando adelante en la distribución, en la recolección y en otros sectores también. Y estamos muy expectantes”, resaltó.


Añadió que no se descarta “una medida general” en la industria si la empresa Sineiro no depone su actitud de negarse a negociar. Adelantó que el 30 de este mes habrá un plenario nacional y no se descarta aplicar paros sorpresivos y graduales, “que podrían terminar en un paro de 24 horas”.





foto: archivo