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Tras participar en la reunión que convocó el presidente Tabaré Vázquez para despedir el año junto a sus ministros y legisladores, y en la que tuvo un discurso de tono crítico, Pérez dijo hoy que “hay gente que no va a dejar de votar al Frente Amplio, porque no encuentra en otros partidos que expresen en ideas lo que ofrece el Frente Amplio… Pero hay molestia”, admitió.

Expresó que hay que dividir entre los “fundamentalistas” y la gente que es capaz de generar autocritica. “Una de las dificultades que hemos tenido en este tema de Ancap, que es lo más importante que se ha visto en los últimos meses, es que hay gente que no ha hecho la autocrítica y solo le adjudica los problemas a factores externos, cuando en realidad llevó el timón durante muchos años de una empresa pública, la más importante del país”, afirmó.

El legislador afirmó que reclamó un “acto de contrición”. Dijo que para quienes tienen una raíz cristiana esto significa implica, por un lado, “un verdadero arrepentimiento” y por otro “un deseo de cambio, las dos cosas a la vez. Es lo que yo he querido y en realidad no he visto”.

También dijo que defiende las empresas públicas y la labor del Estado en algunos sectores que puede considerar estratégicos, como por ejemplo, dinamizar la zona norte del país. “Cuando se crea el relato de que quienes critican a Ancap pertenecen a la derecha o quieren perjudicar la imagen de la empresa pública, yo digo que no. Yo soy de izquierda, creo en las empresas públicas y deseo que a la empresa pública le vaya bien”. No obstante, remarcó que “la gestión es muy importante, y hay que prepararse para ello. Y lo otro es la autoevaluación… Si no te da el tamaño intelectual, sino estás bien preparado, entonces deja para otro”, añadió. Señaló que el caso de ANCAP se hace difícil llevar “una empresa gigantesca” si no se arma un verdadero equipo.

Señaló que esto también pasa por “gestos simbólicos” y critico que se haya elevado el momento de la publicidad de la empresa de 4 a 10 millones de dólares. “No precisaba ni usar cuatro”, afirmó. También cuestionó el gasto de 300 mil dólares en una fiesta, que dijo que “puede ser cambio chico para ANCAP, pero para el pueblo uruguayo es mucha plata”.

Al referirse la reunión con Vázquez, Pérez destacó que el encuentro se cumplía en un ámbito de confraternidad, pero abrió la posibilidad de hablar a los presentes. Explicó que “no me bancaba” que según lo que se decía “todo estaba bien”. Sostuvo que fue “juntando presión” y pidió para hablar. “Lo hice con el mayor respeto posible y sujetando las riendas, pero tenía que marcar que había cosas que mejorar y que cambiar”. Expresó que en ese marco, se informó que en las tarifas del agua y del supergás se van a tomar mediadas para que la población de menores recursos no tenga que hacer frente a los mayores aumentos. Indicó que en este punto aprovechó para plantear el problema de las tarifas que enfrentan los habitantes de Maldonado, que abonan distinto al resto del país las facturas de OSE, por estar en la faja balnearia.

“En definitiva, dije lo que tenía que decir. No sé si habrá sido simpático o no”, destacó. “El presidente no sé si vio que la cosa se podía poner brava y fui el último que hablé…. Aunque escuche que iba a propiciar otra oportunidad para poder hablar”, informó.

Consideró que Vázquez está intentando reencauzar una serie de cosas que no se hicieron correctamente en el periodo pasado, "que no tuvieron la prolijidad suficiente y que están dado los resultados que están dando, por lo menos con respecto a ANCAP”.