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“Junto con dos colegas, tuve la oportunidad de estar colaborando unos días en Dolores. Nos encontramos con una ciudad estructuralmente golpeada, pero anímicamente fuerte”, afirmó el psicólogo.

“El tornado tuvo como foco tres barrios, un céntrico y dos periféricos, que fueron los más golpeados. Hasta la fecha la ciudad ha recibido una pequeña colaboración del gobierno nacional, bastante colaboración del gobierno departamental… y sobre todo de la gente, de todos los puntos del país como de la propia Dolores, que ha ayudado mucho a que la población se pueda levantar”, destacó.

Silvera manifestó que quedaban “muy pocos evacuados. Había 24 hasta el domingo. Los propios doloreños tuvieron la voluntad de recibir a los desalojados”, apuntó.

“Trabajamos con dos psicólogos de Montevideo y con gente del MIDES. Colaboramos en distintas tareas. Toda una experiencia”, agregó.

Explicó que los profesionales de la salud se encontraban en el hospital y además había tres grandes núcleos de trabajo. “Una división general al ingreso de Dolores, donde se clasifica todo lo que está llegando. Otro centro donde se produce la comida y se generan las canastas que van a toda la población. Podemos estar tranquilos, porque las necesidades básicas están satisfechas, ya que los pobladores reciben varias comidas al día y una canasta…Y por otro lado había un centro destinado a la clasificación de ropa y artículos para el hogar”, narró.

Dijo que, desde el punto de vista psicológico, esta “es una situación de crisis. Y toda crisis genera una posibilidad de cambio. En ese sentido, tanto el país como la ciudad de Dolores han asumido con mucha fuerza, compromiso, coordinación y trabajo en conjunto esta salida muy saludable de la crisis… Naturalmente, hay un montón de cuestiones edilicias que demorarán meses en reconstruirse. Anímicamente la gente se siente golpeada, más allá de la fe, la esperanza y la fuerza con que han encarado esto”, indicó.

“Fue una tragedia. Y el pueblo uruguayo podía reaccionar diferente, pero reaccionó en forma comprometida. Y nos queda como resumen esta buena cara, este ‘medio vaso lleno’ de que la gente se solidarizó, generó empatía. Es un orgullo comprobar que la generalidad de los uruguayos se compromete con causas como estas, que hablan de la calidad humana de los mismos”, afirmó.