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Este miércoles 13, la cuenta de Twitter del Ministerio del Interior informó que durante la noche se había producido un enfrentamiento entre reclusos en el sector 28 del módulo 3 de Santiago Vázquez (Unidad 4).

Como saldo hubo dos fallecidos y cinco heridos, entre los que se encuentra Matías Silva, un privado de libertad que cumplía pena en Maldonado pero que fue castigado y trasladado a Montevideo.

Su esposa, Romina de los Santos, en diálogo con FM GENTE afirmó que los hechos no sucedieron tal como trascendieron en algunas versiones.

Contó (y envió a la emisora) audios que su esposo le remitió desde el momento en que comenzaron los incidentes así como algunos videos en los que se escuchan los gritos de los reclusos de los lugares donde hubo fuego y del resto de internos que golpeaban rejas y llamaban a la guardia.

Dijo que al percatarse de que se estaban quemando se comunicó con la guardia y que le contestaron que no podían atenderla. Llamó por segunda vez para pedirles que abrieran la puerta de la celda ya que había un recluso muerto y otros que se estaban quemando y que le cortaron el teléfono tras decirle "déjeme trabajar".

De los Santos explicó que 35 minutos luego de su segundo llamado, otro recluso le avisó que su esposo y otros quemados habían sido finalmente sacados de la celda.

"Esperaron que el otro muchacho prendiera fuego para sacarlos y mi marido ahora está un 30% quemado", acusó.

"Me hicieron firmar un papel para no trasladarlo al COMCAR porque corría riesgo de vida y resulta que ahora termina en coma", dijo.

Silva está desde ese momento internado en el CENAQUE y los médicos informaron que el paciente "va avanzando", agregó la mujer. "Tiene quemados piernas, brazos, cara, manos, espalda y pies; si continúa mejorando lo van a operar".

De los Santos afirma que si la policía no hubiera demorado, si la actuación hubiera sido más rápida y la puerta de la celda permitía que su esposo y los otros compañeros salieran de ese lugar las consecuencias no serían de tanta gravedad.

Una abogada que representa a su esposo y a la familia ahora tomó cartas en lo que refiere a este incidente.

Silva pasó 100 días, y no los 90 del castigo, en el penal de Libertad "y en vez de devolverlo a Las Rosas lo llevaron al Comcar a dos o tres meses de recuperar la libertad", dice su esposa.

"Está estable y rezamos para que siga así y se salve".

Santiago González, director de Convivencia y Seguridad Ciudadana del Ministerio del Interior, explicó que "hubo un ataque de una celda a la otra" y a partir de allí se generó el incidente.

"Los siete integrantes de esa celda tuvieron quemaduras y lastimaduras con cortes. Eso llevó a que haya dos privados de libertad muertos y cinco internados en el Centro Nacional de Quemados. Fue una noche complicada de un INR que estamos trabajando para que esto no suceda", explicó en Desayunos informales horas después del incidente.

Por su parte, el Comisionado Parlamentario para el Sistema Penitenciario, Juan Miguel Petit, dijo que un tercio del sistema carcelario se encuentra en condiciones de vida inhumanas o degradantes y llamó a cumplir con lo dispuesto en el artículo 87 de la Ley de Urgente Consideración, que establece que el Estado debe tener una Estrategia Nacional Penitenciaria (La Diaria).

Petit dijo que los hechos ocurridos en la madrugada del miércoles son “la expresión extrema de la violencia, pero hay otras formas menos visibles que llegan a todos los rincones y esquinas de los barrios todos los días”.

Según relató, en el módulo 3, donde reclusos atacaron e incendiaron una de las celdas, hay 580 personas privadas de libertad, cuando la capacidad es para 380 personas, lo que hace “imposible tener actividades de rehabilitación”.

El comisionado reconoció el trabajo del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR), que viene concretando mejoras desde hace meses, como la colocación de camas, colchones y la reparación de agua y luz, y destacó el trabajo de los funcionarios de la guardia penitenciaria, que actuó “inmediatamente, rescatando a varios de los heridos”.