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La organización de tales maniobras es enorme, según informó la agencia AFP, ya que se pasa de complejas transferencias bancarias a empresas offshore vía bancos en Suiza, Andorra, Estados Unidos y China a un alquiler de un lujoso apartamento en La Barra.

Según la Fiscalía, hay pruebas de gigantes sobornos de empresas deportivas a los tres exmagnates del fútbol acusados: Juan Ángel Napout, expresidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol (CONMEBOL), el brasileño José María Marín, expresidente de la Confederación de Fútbol de Brasil, y el peruano Manuel Burga, su homólogo en Perú.

Tras un mes de proceso, los datos revelados por el gobierno estadounidense incluyen miles de transacciones de empresas deportivas como Cross Trade (filial de Full Play), Traffic y Torneos y Competencias a los acusados a cambios de contratos de televisación y marketing de partidos de fútbol en América del Norte y del Sur, según explicó un agente del fisco de Estados Unidos que fue interrogado por el fiscal Sam Nitze.

Nitze cruzó planillas Excel de los pagos de estas empresas a los acusados con emails y registro hoteleros y descubrió, por ejemplo, que Napout viajaba a Buenos Aires cada vez que supuestamente recibía órdenes de pago en efectivo de los hermanos Hugo y Mariano Jinkis, directivos de la empresa Full Play, y que un monto salía de los cofres de la mencionada compañía.

Además de estos pagos consignados en efectivo a Napout, los Jinkis alquilaron para Napout un lujoso penthouse en La Barra en el verano de 2014 por un monto de 20.000 dólares.

Estos presuntos sobornos entregados a Napout de manera casi mensual entre 2010 y 2015 generaban una orden pago de Cross Trade por cifras de hasta 150.000 dólares bajo las iniciales “JAN” o “Honda”, como era identificado el dirigente paraguayo en los registros, según indicó la Fiscalía.

El proceso finalizará antes de Navidad, cuando la magistrada encargada del caso declare a los acusados culpables o inocentes.