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Las tareas fueron definidas a partir del trámite de desalojo impulsado por la Dirección Nacional de Catastro, propietaria del inmueble ubicado entre la Rambla de los Ingleses y el Río de la Plata. Para demoler los galpones, construidos con madera y lata, se utilizó una pala mecánica y una retroexcavadora. Los depósitos fueron utilizados durante años por los pescadores para guardar redes y palangres.

En el lugar existen varios puestos de venta de pescado y también se ofrecen otros productos del mar. Las tareas de botada y varada de las embarcaciones de pesca se realizan en una plataforma de hormigón que alberga a varias lanchas.

Los puestos de venta existentes sobre la vereda de la Rambla de los Ingleses fueron construidos a partir de las casetas de guardavidas en desuso traídas diez años atrás, desde diversos puntos de la costa del departamento de Maldonado. Las tareas se llevan a cabo de común acuerdo con los trabajadores del pesquero.

Fernando Batista, uno de los pescadores del lugar, dijo a FM Gente que lo que existía en el lugar “eran los ranchos de pesca. Hubo un proyecto que nunca se llevó a cabo. Y se fue creando un asentamiento que no era bien visto para el tema turístico”.

Informó que el martes de la semana pasada se llegó a un acuerdo con el intendente “para echarle mano y empezar a ‘emprolijar’ la zona y se está trabajando en un proyecto… Se va a hacer un paseo turístico, con mejores condiciones laborales para todo el sector pesquero.

Explicó que la planchada para la botada y varada de las lanchas será mejorada. En ese lugar trabajan entre 12 y 15 embarcaciones de pesca tripuladas entre tres y cuatro pescadores cada una.

Un grupo de familias que residen en ese lugar fueron reubicadas en viviendas concedidas por el gobierno departamental.

Batista recordó que había gente que vino de Montevideo “y al no tener la posibilidad de alquilar, aprovechaba los ranchos de pesca y se quedaba ahí. Es un lugar que en 1996 nos adjudicó la Intendencia y el Ministerio de Transporte, en el momento que se hizo la primera reforma del Puerto de Piriápolis, que se convirtió en ‘puerto turístico’. Y quedamos asignados en esta zona”.

Indicó que si bien se maneja la posibilidad de que vuelva a operar en el puerto de Piriápolis, cuando concluyan las obras, se quiere mantener “el puerto artesanal. En odas partes del mundo hay un puerto artesanal. Y este es un liugar ideal. Hay que coordinar con la instituciones, para que quede como un paseo y un lugar turístico”, añadió.

Dijo que los puestos de venta de pescado se van a reubicar y “estarán más presentables y en condiciones más higiénicas para el público y para el turismo”.

Batista indicó que las obras comenzarán tras la temporada, en marzo o abril.

“Vamos a recuperar esa zona tan linda de Piriápolis para todos. En su lugar quedará un paseo acorde a la belleza natural que existe en esa zona y lo haremos junto a los pescadores del lugar”, dijo a El País el intendente Enrique Antía.

La directora de Asuntos Legales de la IDM, Adriana Graziuso destacó la conjunción de voluntades para la reubicación de las barcas y los materiales utilizados por los trabajadores. Por otra parte, se logró el realojo de dos familias que residían en ese lugar bajo “condiciones de higiene lamentables”.

Indicó que, a partir de ahora, la Intendencia de Maldonado administrará ese sector de la costa y prevé la remodelación de los puestos de venta de pescado y frutos de mar. El proceso de desalojo fue iniciado por la Dirección Nacional de Catastro y mediante sentencia judicial se determinó la limpieza de ese espacio de la Rinconada que era utilizada como depósito y vivienda de algunos pescadores. Es importante resaltar que un informe previo evidenció las condiciones precarias de trabajo, además del impacto medioambiental que sufría el lugar.

Por último, Graziuso sostuvo que “esto se hace en beneficio de la comunidad y para que la zona pueda ser disfrutada por todos”.