El aviso inicial era de un gran altercado en el barrio Los Eucaliptus. Cuando llegó la policía, el procedimiento se centró sobre un chico de 17 años que era golpeado por una horda por haber robado ropa de una casa contigua. El menor y la madre fueron procesados. La policía no informó nada sobre el intento de linchamiento inicial.
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WhatsAppUna llamada telefónica al 911 dio cuenta el sábado 11 de abril que en el barrio Los Eucaliptus estaba en proceso un gran incidente del que participaban muchos vecinos.
La mesa central de operaciones decidió enviar de inmediato varios móviles policiales al lugar para calmar los ánimos. Cuando llegaron encontraron un verdadero intento de linchamiento de varios vecinos contra un muchacho de 17 años de edad.
Personal de la brigada de Hurtos de la Seccional 1ª de policía, una vez extinguido el intento de linchamiento, habló con testigos. Una vecina dijo que el adolescente se estaba ocultando en la casa de un familiar suyo cuando detectó el mal clima que crecía en el barrio en su contra.
La información policial indica que se pudo determinar que el adolescente estaba viviendo solo, porque su madre decidió abandonarlo.
También señala que un conocido del muchacho le había vendido una bolsa con prendas de vestir diversas, que el joven procedió a ir revendiendo para subsistir.
El muchacho dijo que no sabía que la ropa había sido robada, pero que cuando lo supo y se enteró que se las habían robado a una vecina suya, procedió a devolver las que le iban quedando.
Más tarde compareció una mujer en la comisaría para radicar una denuncia. En la denuncia dejó constancia que le habían robado ropas diversas, entre ellas una campera deportiva, unos pantalones jean, dos musculosas, varios pares de medias, y una campera de jean para damas, todo lo que estaba colgado en la cuerda, al aire libre.
Personal policial ubicó a la madre del muchacho y procedió a interrogarla. Dijo que su hijo se había presentado ante ella en las últimas horas, y le ofreció una campera blanca para dama, que ella compró por 100 pesos. Dijo que no tenía idea de dónde el muchacho había sacado la campera.
El caso fue remitido a Penal 4º turno. La jueza a cargo procedió a abrir un procedimiento como adolescente infractor (equivale al procesamiento en los mayores) al muchacho, por entender que había elementos suficientes como para acusarlo de haber cometido un delito de hurto.
La magistrada ordenó internar al muchacho en la organización no gubernamental Beraca, de Maldonado, para someterle a un tratamiento por su adicción a las drogas, tratamiento que se extenderá por 60 días.
La jueza procesó también a la madre del muchacho, E.T.C. (iniciales de nombre y apellidos), de 33 años de edad, carente de antecedentes penales, por entender que los elementos reunidos sostienen la acusación de que es autora de un delito de omisión a los deberes inherente a la patria potestad.
Dispuso también, como medida sustitutiva a la prisión preventiva, la obligación de someterse a tratamiento psicológico en los próximos seis meses, lo que será fiscalizado por ese juzgado.
La actuación de la jueza no realizó ninguna indagación sobre la acción de varios vecinos procurando tomar justicia por mano propia contra el menor, según consta en la información policial.
foto: Diario Correo de Punta del Este
19 Apr 2024
15:12
