Marita, la quinielera, cuenta el asesinato de Julio Fernández
Policial 14:10

Marita, la quinielera, cuenta el asesinato de Julio Fernández

Marita, la quinielera ambulante que estaba tomando la jugada a Julio Fernández el sábado, cuando fue asesinado en el barrio El Molino, contó a FM Gente su convicción de que fue un robo al boleo. Dijo que Fernández estaba haciendo una jugada de quiniela con ella, que los asaltantes lo vieron con la billetera en la mano, y ahí pasó todo.

“No, no, no, a la deriva (al boleo) fue eso, encontraron a alguien con una billetera en la mano y ahí fue la cosa”, dijo en respuesta a si ella creía que el robo al vidriero Fernández, en la puerta de su casa y del comercio de vidriería que tiene, había sido estudiado.

“Ni siquiera me acordaba que estaba con la billetera en la mano, me acuerdo que tenía el dinero; claro, después, razonando y rebobinando, me doy cuenta, porque él caminó cinco metros, más o menos, hasta la vereda de su casa, que fue donde cayó”, reconstruyó, después de varios minutos dudando entre lo que había visto y lo que no.

CON LA BILLETERA EN LA MANO

Marita, en este punto del relato, procura ordenar lo dicho: “Dicen que la billetera quedó caída debajo de su camioneta también”, la de Fernández, que estaba estacionada al costado.

“Claro, al caerse”, dijo, como cayendo en la cuenta de que Fernández estaba con la billetera en la mano cuando intentaron asaltarlo. “Así que en conclusión andaba con la billetera en la mano, por eso es que llegaron, vieron eso y pienso que fue eso” lo que los decidió a intentar llevarse el dinero de Fernández, completó

Marita dijo al principio de su diálogo con FM Gente que habitualmente ella llegaba en su moto a levantar las apuestas de Fernández y otro vecino.

“Periódicamente él (Fernández) me veía en la casa de ese vecino y salía a hacer la (jugada de) quiniela” con ella, contó Marita.

Indicó que “ese fue un día más de esos, él vino a jugar, hacía cinco minutos que yo estaba parada ahí porque el otro señor estaba también por jugar, y mientras tanto estaba esperando porque este señor, la víctima, estaba esperando que yo estaba cortándole la tira (de la apuesta del vecino) para darle”.

PIDIERON LA PLATA Y LOS TIROS

Marita se manifestaba como con sus recuerdos bloqueados a causa de la emoción por el momento vivido al responder las preguntas de FM Gente. Pero fue aportando otros datos de lo ocurrido.

“En ese momento aparecen dos personas en una moto y fue todo en cuestión de segundos, me pidieron la plata y en seguida los tiros, y en seguida se fueron, desaparecieron; todo en cuestión de segundos”, dijo. Marita está convencida todavía que le habían pedido la plata a ella.

En ese momento le preguntan si Fernández les alcanzó a decir a sus asesinos: “Me venís a robar a mí que soy un laburante”.

“Sinceramente, del estado (de ánimo) que todavía me dura, no recuerdo, pero recuerdo que hizo un gesto, así, como diciendo eso, sí”, concedió finalmente.

Reforzó que “no recuerdo qué palabras dijo, no sé, fue todo demasiado, demasiado rápido”.

La consultaron si ella estaba al lado de Fernández: “Al lado, sí”, respondió.

SIN DETALLES

Marita siguió dando la sensación de que no tenía mayores detalles que aportar. Cuando le preguntaron si los asaltantes llevaban casco o actuaron a cara descubierta, dio una respuesta confusa, pero finalmente fue más precisa.

“Por lo que yo recuerdo no les vi casco a ellos, pero es que no me acuerdo de la cara, nada, no tengo seguridad, porque fue tan grande el susto”, respondió, y dejó descolgarse un silencio elocuente.

Interrumpió su propio silencio afirmando que “la verdad es que no recuerdo más datos, fue lo que dije y lo sigo sosteniendo, es lo único que recuerdo”.

DESAMPARO

Marita dijo que había visto la imagen del identikit que divulgaron los investigadores del crimen, pero aseguró que “no me dice nada eso, no soluciono eso, porque no recuerdo absolutamente nada, ni ahí”.

“No puedo decir si tenían barba como sale en el identikit y todo, no sé”, dijo, a esta altura, como deseando que se terminaran las preguntas.

Se mostró sorprendida cuando le pidieron que contara lo que se siente al pasar un trance de estos: “¿Qué se siente?” E hizo una pausa; luego retomó: “…y, miedo…”

Afirmó que sintió el desamparo en el que se vive hoy día en Maldonado, “más nosotros que no tenemos cobertura, no tenemos asistencial de ningún tipo, no tenemos BPS, no tenemos nada, no tenemos cobertura de ningún tipo, nada, estamos ahí a la deriva”.

NO SEGUÍA UN NÚMERO

Una de las preguntas formuladas para aflojar la tensión de la entrevista, fue si Fernández seguía algún número a la quiniela. “No, no, él (apostaba) a lo primero que le venía a la cabeza”, dijo Marita con naturalidad.

Expuso que el sábado Fernández había apostado a números de “tres cifras a la cabeza, que hizo varias, la verdad no me acuerdo, yo ni me acuerdo a qué números jugó; la boleta yo se la di a un vecino que supongo que se la habrá dado a la familia”.

Afirmó que cuando llegaron los asaltantes, “me pareció que era una broma que le estaban haciendo (a Fernández), la verdad; por suerte que me pasó eso porque si me asusto y me voy, o intento irme, quizá hubiera sido trágico para mí”.

“No, estaba sentada en mi moto, en mi moto, ni siquiera me había bajado de mi moto, y él estaba parado, sí, al lado mío haciéndome la jugada”, respondió cuando se quiso saber si Fernández estaba junto a ella en el momento del crimen.

Agregó que los asaltantes “estaban ahí, a medio metro mío, aparecieron y se pararon a medio metro a donde yo tenía mi moto”. Lo dijo como si recién cayera en la cuenta lo cerca que había estado de los perpetradores.

Marita negó que hubiera algún indicio de que el asalto había sido preparado: “No, no, no, (fue) a la deriva (al boleo), fue eso, encontraron a alguien con una billetera en la mano y ahí fue la cosa…”

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