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Juan Carlos López, uno de los responsables de este proyecto, dijo a FM GENTE que el parque “quedó inaugurado y queda abierto… Pero le llamamos ‘Pueblo Gaucho en construcción’” porque “una realización de este tipo nunca termina de hacerse”.

“Está planteada la idea inicial de las construcciones… Recién me acaban de traer una imagen de la Virgen de Guadalupe. Seguramente irá para la parroquia. Al lado está la pulpería… Acá van a pasar cosas. Yo creo que estas cosas funcionan cuando la gente se adueña de ella. Por eso, estas cosas están en construcción”, destacó.

El comunicador dijo que Pueblo Gaucho fue “una obra increíble. Esto empezó el 8 de diciembre de 2018. En un año y un mes se hicieron cosas como la pulpería, que tiene 250 mil kilos de piedra. O la estación de ferrocarril, que tuene 30 mil kilos de piedra. Y la parroquia, un poco más”.

“Cada una de esas piedras fue sacada seguramente de una tapera en alguna parte del país. Fue clasificada, acondicionada, se trajo al predio. Y los pedreros, que desarmaron las taperas, rearmaron este pueblo con esos viejos materiales”, agregó.

López señaló que la posta de las diligencias fue hecha con ladrillos fabricados en Colón, en Montevideo, y pesan 8 kilos cada uno. “Y son los mismos de la Estación Central de AFE de Montevideo. Son ladrillos hechos en siglo XIX”.

Destacó que, además, hubo que acondicionar el terreno. “Esto era un monte”, recordó. “Y se realizó una laguna, que es la que alimenta, con la fuerza del agua, a la herrería. Hoy no hay ninguna acá así. Hay que ir a Europa, a los pueblos celtas, para verlas… La herrería, de origen inglés, la trajo un gallego que llegó a Uruguay en 1834”, añadió. Indicó que también hay un hospital de campaña, entre otras cosas.

Por otra parte, resaltó que se cuenta “con una excelente cartelería” e información interna en cada lugar.

“En esta etapa la herrería va a estar funcionando en forma permanente. Los visitantes se van a encontrar con un milico, con un cura, con algún enfermero, con una maestra… La maestra, como tiene una quinta con frutales en la escuela va a estar preparando dulces. Eso es que yo llamo ‘no un pasado muerto’”, explicó.

“Si Pueblo Gaucho fuera un museo frío, muerto, que sólo te muestra cosas… para mí no tendría razón de ser. Nos tiene que ayudar a decir: esto también somos nosotros”, afirmó.

Funcionará todo el año y tendrá entrada a un costo mínimo para su funcionamiento y mantenimiento.