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Acusando aún el impacto de los nervios causados por este episodio, Sosa dijo a el chofer del taxi, que tiene 37 años y trabaja con él desde hace dos, “recibió varios cortes, pero felizmente no fueron profundos… Perdió mucha sangre. Lo atendieron y ya está en su casa “.

“Tiene heridas en las dos manos, en una oreja, en la cabeza y en un costado de la cara… Pero, felizmente, no es nada grave. Y ya está en la casa, en reposo. Ya lo dieron de alta”, insistió.

Indicó que, en la madrugada, su empelado lo llamó al teléfono celular y le alertó que había sido víctima de una rapiña. “Me asaltaron y me apuñalaron, me dijo. Yo le pregunté dónde estaba, para ir a buscarlo, pero me aseguró que podía manejar y que se iba al Sanatorio Mautone… Y rápidamente yo salí de casa para encontrarme con él en el sanatorio”, relató.

“Tenemos dos coches en cerro pelado y trabajamos con el sistema de ‘teléfono transferido’. Si no estamos, transferimos del teléfono fijo al celular. Y si la persona llama a la parada, salta al celular directamente, si no estamos. Como el hombre este no tenía teléfono, va a la Subcomisaría a que le llamen un taxi. Eso es habitual… Desde allí llaman a Cristian y le dicen que tiene pasaje en la Subcomisaría, que está al lado de nuestra parada”.

Minutos después el conductor levanta al pasajero, que le dice: “vamos hasta acá nomás, a la Policlínica de Cerro Pelado, que está mi mamá. Yo vivo cerca de ahí. La vamos a llevar al sanatorio”.

Pero indicó que a unas ocho cuadras, cuando llegan a la calle Cerro del Marco, “lo agredió con el cuchillo, sin mediar palabra… Y le pidió la plata. Cristian le dijo: si querés la plata, no me cortes. Se trabaron en lucha y Cristian le tiró la plata hacia atrás, para terminar el tema. Y él o se baja y le dice: no me vas a denunciar, porque nosotros no estamos mucho presos y cuando salga vengo y te limpio”.

Indicó, además, que Cristian le comentó que ha visto al rapiñero en la zona. “Es un hombre no muy viejo, alto, morocho, no muy gordo, sino más bien flaco… Estaba con un gorro de Nacional. Y me dijo que, donde lo vea, lo reconoce… Vamos a ver qué pasa”.

Señaló que “de noche andamos con mil pesos de cambio y poco dinero… Esta noche la recaudación fue magra. Así que se habrá llevado mil pesos de cabio y mil o mil quinientos, como mucho, de la recaudación… No se llevó nada más. Solo la plata”.

Sosa informó que el taxi tiene “botón de pánico”, que suena en su casa, pero no funcionó en este caso, por lo que se va a hacer un reclamo a la compañía que presta el servicio.