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Como se informara por parte de FM GENTE, el Juez Letrado de Maldonado de 10º turno hizo lugar al pedido de procesamiento de dos militares solicitado por el fiscal letrado Especializado en Crímenes de Lesa Humanidad, Ricardo Perciballe, por violaciones a los derechos humanos acaecidas en la década del 70 y en especial las torturas a las que las víctimas fueron sometidas en el Batallón de Ingenieros Nº 4 en Laguna del Sauce.

Tras esta noticia, Núñez Pallas dijo que esto “le pasó a chiquilines de 19 años. Yo tengo 64 ahora”. Destacó la tranquilidad que le provoca que se haga justicia, “sin hacer los horrores que hicieron ellos con nosotros”.

Recordó que la detención fue a raíz de que el 27 de junio de 1974, al año del golpe de Estado, “se hizo una caminata acá, por la 18 de Julio”, organizada por el grupo CRAF, que integraba gente de todos los partidos. “Pero era caminar por las veredas, así ‘a lo bobo’, son mirarnos ni nada”, en San Carlos, como lo recuerda una placa colocada en la esquina con Sarandí, frente a la Plaza.

También señaló que la denuncia contra los militares por este caso fue hecha en 2011. “Ha demorado siete años, ahora mismo… Puede significar mucho o poco… No sé si van a estar o no presos… Pero importa para que estas cosas no se hagan nunca más”.

Indicó que, tras ser detenidos y llevados a una comisaría, los trasladaron en la noche encapuchados al Batallón. “El plantón, la picana, las palizas, las pasamos todos. Estuvimos meses encapuchados. Éramos como 30 o 40 personas. A algunos nos llevaron al cuartel de Melo, y luego a Libertad, otro a Rocha… Las mujeres fueron al cuartel de Treinta y Tres. Muy fuerte para gurises de 19 años, para nuestros padres. Eso nos transformó para el resto de la vida”, señaló.

Subrayó que él estuvo preso un año y su compañera dos, pero algunos estuvieron hasta el año 85, cuando se dictó la amnistía.

“Son cosas que remueven muchísimo. Y la satisfacción es que estos fallos se den para que no se vuelva a repetir, de ningún lado, la violencia en países como Uruguay”, remarcó.

Núñez Pallas también mencionó que, luego, cuando estaba en la Junta Departamental, “sin saberlo”, se cruzó con el mayor Dardo Barrios, que trabajaba en la IDM. “Cuando fuimos al Batallón a reconocerlos, no estaba ninguno de ellos. Estaban los abogados. Con el que nos cruzamos muchas veces fue con Amorín, que era soldado, un sargento de la tropa, el suboficial que fue procesado… Nosotros apuntábamos más arriba en estas cosas”, señaló.

Dijo que sintió una experiencia muy fuerte cuando volvió al Batallón en el auto oficial de la Junta del San Carlos, porque había salido de allí encapuchado y lo estaban esperando todos los oficiales formados, Además, narró que, en los desfiles, cuando pasaban los efectivos de esa unidad militar frente al estrado que ocupada por su cargo, les daba la espalda y se bajaba. “Volvía después… De repente es un infantilismo. Nunca lo había contado”, añadió.

Indicó, asimismo, que “uno no es quien para perdonar… Lo que sí sé es que no tengo odio hacia esos tipos. No es que los cruce y los vaya a agarrar a las piñas. Sé que se tiene que hacer esto, aunque sea mínimo, aunque se diga que es una payasada. Estas cosas nunca debieron pasar”.


Foto: Facebook.