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Zubía dijo que ahora está llegando “a una especie de estabilidad, de equilibrio”, porque “los últimos meses han sido muy violentos. Hay momentos en los que uno dice: hasta acá lucho en esta trinchera; de futuro, probablemente luche en otra trinchera”.

Reiteró que ha estado en un oposición férrea y franca “a la implementación del Código de Proceso Penal”, especialmente porque no hubo un incremento importante en el número de fiscales que tienen que llevar adelanta la tarea en esta nueva modalidad, como sí ha ocurrido en otros países. “Acá lo hicimos con gastos a nivel material pero sin gastos a nivel de creación de nuevos cargos… Al punto que el sistema se transformó en una máquina de picar carne”, expresó.

“Tengo compasión por mis colegas que han quedado. Yo ya luché durante varios meses. No fue posible tomar algunas medidas que yo hubiera querido que se tomaran. Y el propio Fiscal general manifestó en Búsqueda y en El Observador de que se necesita un 500% más de fiscales”, señaló.

Afirmó que esto representa “la mejor confesión de que el sistema no fue debidamente planificado” y sostuvo que “estamos implementando un sistema con chauchas y palitos”. Dijo que “en una noche de 12 horas llegué a recibir 209 llamados” y después encarar el trabajo diurno, con 12 horas más de tarea, llevando esos casos antes el juez. “Una cosa ridícula, absurda”, consideró.

Expresó que “en febrero se cambió el sistema pero es lo mismo. Es una ‘frazada corta’… Tira para arriba, destapa los pies; tira para arriba, destapa el torso”, por lo que no cesaron las dificultades y las recargas para los fiscales, añadió.

Admitió que en su decisión de renunciar pesó el resultado de la asamblea de los fiscales, donde por muy pocos votos se descartó la posibilidad de hacer paros o tomar medidas para enfrentar esta realidad. Señaló que, históricamente, es un gremio que tiene “un perfil conservadora la hora de tomar decisiones, en lugar de ser combativo. Pero pese a ello, “llegamos a tener una diferencia de ocho votos con la moción de paro. Quiere decir que, igual, hubo una cantidad muy importante de gente que votó a favor del paro. Pero hubo 48 a favor y 56 en contra”.

Indicó que los que se impusieron al paro constituyen una “estructura joven dentro del Ministerio Público” por lo que tienen más tolerancia y expectativa frente a las situaciones que se están dando. Remarcó que, en su caso, realiza “los esfuerzos hasta que tienen viabilidad o potabilidad” para concretar cambios que considera “esenciales” para lograr una justicia penal digna y ejecutiva. “Y si no, me aparto”, remarcó.

De todas maneras, dijo que se optó por plantear nuevamente las diferencias, porque “hay una aceptación generalizada de las dificultades”, y está prevista una nueva asamblea para abril, por lo que “no se han cerrado todavía los caminos gremiales”.

Zubía manifestó optó por dimitir porque, en un sistema que funciona como el actual, “las posibilidades de cometer errores, son enormes” y “de repente” él no encuentra “la compresión que podrían tener otros colegas”.

“Por un tema de autopreservación, también, dije: en este juego, que es muy complejo, yo no voy a seguir”, resaltó. De todas formas, admitió que la dimisión la tomó “con dolor”, después de actuar como fiscal durante 38 años.

También señaló que cuando lo consultaron si, en el futuro, podía tener una opción política, respondió que sí y confirmó que tiene “ofrecimientos”. De todas formas, precisó que ya se ha dado cuenta “por las poquitas charlas que he tenido en estos días” que este campo es más difícil incluso que el de la Fiscalía.

Manifestó que, en el futuro, se ve “peleando por cambiar esta legislación… Y el lugar es el Parlamento”. Agregó que, además, seguramente va a trabajar a nivel privado, como abogado, “no para defender delincuentes, pero sí víctimas”, con el fin de complementar económicamente su jubilación.

Sin embargo, aclaró que hasta el 1° de mayo sigue siendo fiscal y que, por tanto, si bien ha tenido “charlas” y “acercamientos” a nivel político -aunque no “ofrecimientos”, todavía-, no ha tomado aún ninguna decisión.

“El 2 de mayo, ‘Zubía sin mordaza’… Dejo de ser fiscal”, bromeó.