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Zunino dijo que ahora “se está produciendo una ‘regada de la cancha’, después de la primera quincena de enero… Refrescó un poco. Evidentemente, falta precipitación. Ha sido típico de estos fenómenos de El Niño y de La Niña, donde están las condiciones neutrales como ahora, cuando no se manifiesta ni lo uno ni lo otro, en buen romance ni precipita mucho ni deja de precipitar”, explicó.

“Simplemente hay algunos episodios aislados, que contribuyen para que no se sienta tanto la seca. En enero tuvimos, al principio, un solo día con 65 milímetros; y después tuvimos episodios aislados, de uno o dos milímetros. Y la de hoy, que todavía no la hemos medido. Se esperaban unos 20 milímetros y no sé si habrá sido así. Pero, bueno, viene bien esta precipitación”, añadió.

Indicó que “no vamos a tener más lluvias de este volumen por lo menos hasta fin de mes. O sea, como que el verano se va a ir asentando. Incluso en las temperaturas máximas y en las mínimas. Hemos notado que tuvimos máximas por debajo de lo normal. Y también las mínimas, buenas para el descanso pero que requerían un abrigo para presenciar eventos a la intemperie… Con cierta nostalgia recordábamos aquellos veranos con 38 o 39 grados de máxima, o mínimas de 26 o 27”.

“Este tipo de verano ya no lo tuvimos el año pasado y tampoco lo vamos a tener este. Están siendo más ‘light’ las temperaturas”, apunto.

Dijo que “tenemos un evento ahora, a fin de mes, y otro perdido por febrero… Pero, en términos general, (se espera) tiempo bueno, libre de precipitaciones, y recuperándose un poco las máximas”.

EL RADAR

Zunino fue consultado sobre la compra de un radar que maneja el intendente Enrique Antía, para prevenir acontecimientos meteorológicos.

Explicó que el objetivo de un radar meteorológico “es prevenir las nubes de tormenta” y aclaró que “no puede haber tornados si no hay nubes de tormenta. Eso es así, Clarito.”

Destacó que por eso es necesario “buscar las nueves de tormenta, saber cómo se mueven, hacia dónde van… Y con el instrumental que hoy se cuenta podemos saber incluso qué cantidad de agua traen, cómo pueden ser los vientos que genera, qué tiempo de vida tiene, hacia dónde va y con qué velocidad”.

Insistió que el radar meteorológico “permite seguir las nueves de tormenta. Esa es su función”.

Destacó que mantiene contacto con Antía, como también lo hizo con intendentes anteriores, desde la época de Domingo Burgueño.

También señaló que “hay radares y radares… No tenemos que pensar en el ‘cero kilometro’, de repente, a en una Ferrari… Hay radares pequeños desde el punto de vista del tamaño pero con gran capacidad de apoyo para un tomador de decisión, con un radio de casi 50 kilómetros, que colocado en forma estratégica ubica la célula de tormenta… Le ubica la nube de tormenta y le dice qué características tiene. Y a ustedes esta situación ya no lo agarra desprevenido”, explicó.

“Y todo esto nos ayuda a la hora de advertir al público”, añadió.

Subrayó que “nadie puede pronosticar un tornado”, porque es sorpresivo y desciende de una nube de tormenta. Pero señaló que se puede están dadas las condiciones para que ocurra un tornado, como pasó en San Carlos, en Pan de Azúcar y en Piriápolis, pues en estos casos había una gran inestabilidad.

Destacó que un radar sencillo “tiene un costo muy menor. No es una erogación importante para la Intendencia” y podría permitir una conexión con los radares que ya existen en la zona, por ejemplo en Argentina, para seguir las tormentas.