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DEGENERADOS. Obispos y sacerdotes de la iglesia Católica francesa han abusado sexualmente de al menos 216.000 menores de edad en los últimos 70 años, según halló una investigación publicada este martes 5 de octubre. Sin embargo, el número de víctimas aumenta a más de 330.000 si se tiene en cuenta a los afectados por parte de miembros laicos. El comité investigador acusó a la institución religiosa de ignorar la situación durante demasiado tiempo y conminó a ejecutar reformas dentro del clero.

El abuso sexual contra los niños por parte del clero de la Iglesia católica en Francia ha sido “sistemático”. Son las últimas revelaciones que sacuden a la institución religiosa tras una serie de escándalos en todo el mundo que ha vulnerado a miles de menores de edad durante décadas.

La indagación de una comisión establecida por obispos católicos en Francia a fines de 2018, pero que trabajó independientemente de la Iglesia, publicó este martes 5 de octubre un informe en el que revela que alrededor de 216.000 niños fueron abusados sexualmente por obispos y sacerdotes en el país desde 1950 hasta el 2000.

Pero el número podría aumentar a 330.000 si se incluyen las agresiones por parte de miembros laicos de la Iglesia.

Alrededor del 80% de las víctimas eran varones, niños de entre 10 y 13 años. “El abuso fue sistemático”, aseguró Jean-March Sauvé, jefe de la comisión, durante la presentación del reporte.

"La Iglesia Católica es, después del círculo de familiares y amigos, el entorno que tiene la mayor prevalencia de violencia sexual", asevera el documento de conclusiones con más de 2.500 páginas.

Según la investigación, durante décadas la institución religiosa no solo ocultó, sino que permitió que los abominables crímenes continuaran ocurriendo. En algunos casos, incluso, mantuvo a las víctimas en contacto con sus depredadores, pese a tener conocimiento de lo que ocurría. Todo por proteger a la Iglesia de un escándalo, recrimina la comisión de investigadores.

Los hallazgos fueron hechos a partir de encuestas, grupos de investigación y entrevistas con las víctimas. La propia delegación identificó a alrededor de 2.700 personas que fueron abusadas a través de una convocatoria de testimonios, y miles de casos más fueron encontrados en archivos.

El informe determinó que los delitos fueron perpetrados por alrededor de 3.000 agresores, dos tercios de ellos eran sacerdotes que trabajaron en la iglesia durante los últimos 70 años, el periodo que fue investigado.

"Una vergüenza para la humanidad"

Francois Devaux, una de las víctimas de las agresiones por parte de miembros de la Iglesia católica francesa y fundador de la asociación de víctimas La Parole Libérée, dijo a los representantes de la institución religiosa, durante la presentación del informe: "Ustedes son una vergüenza para nuestra humanidad (…) En este infierno ha habido abominables crímenes en masa, pero ha habido cosas aún peor, traición a la confianza, traición a la moral, traición a los niños".

Pese al gran número de víctimas revelado, Devaux aseguró que es “mínimo”, pues apuntó que “algunas víctimas no se atreven a hablar ni a confiar en la comisión”.

No obstante, señaló que este reporte por primera vez va hasta la raíz de esta problemática. “La desviada institución debe reformarse”, agregó.

Aunque desde 2015, la Iglesia católica ha impulsado investigaciones en un intento por resarcir sus fallas, la tragedia no ha terminado. Suavé indicó que el problema sigue, pues hasta la década del 2000 la institución religiosa ha mostrado una completa indiferencia que solo empezó a matizar desde hace aproximadamente seis años.

La iglesia pide perdón y urge a reformas

Tras las nuevas revelaciones, el presidente de la Conferencia Episcopal francesa, Eric de Moulins – Beaufort, pidió perdón a quienes han sufrido durante décadas las consecuencias de los abusos a los que fueron sometidos.

“Deseo en este día pedir perdón, perdón a cada uno de ustedes”, dijo el religioso.

Entretanto, la comisión instó al clero a tomar acciones firmes al tiempo que denunció graves faltas y “silencio”. Además, exigió al Estado francés que ayude a compensar a los afectados, especialmente en los casos que han prescrito.

Aunque muchos siguen sufriendo graves daños psicológicos, serían pocos los que obtendrían algún tipo de Justicia. Según Suavé, 22 delitos aún pueden enjuiciarse, por lo que han sido remitidos a la Fiscalía.

También ejemplificó que más otros casos se produjeron hace mucho tiempo y no podrían ser presentados en tribunales. Sin embargo, están involucrados agresores que están vivos, por lo que las acusaciones fueron remitidas a las autoridades eclesiásticas.

Con la mirada puesta en una posible forma de reducir los abominables delitos, el grupo de investigadores presentó 45 recomendaciones. Entre ellas, capacitación para sacerdotes y otros miembros de la Iglesia, revisión de la Ley Canónica -el código legal empleado por el Vaticano para dirigir la iglesia– y el fomento de políticas que ayuden a reconocer y compensar a las víctimas.

Los hallazgos fueron revelados después del escándalo que involucró al destituido sacerdote Bernard Preynat, quien reconoció que abusó sexualmente de 75 niños durante varias décadas. Solo fue condenado a cinco años de cárcel.

Esta investigación también prosigue a una serie de pesquisas en otros países que pusieron al descubierto abusos cometidos al interior de la iglesia católica por lo menos en los últimos 20 años.

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