Clarín/Shutterstock (foto)
Clarín/Shutterstock (foto)

NUEVOS SÍNTOMAS DEL COVID. La variante Ómicron del coronavirus continúa imponiéndose en el mundo entero, con millones de nuevos casos diarios de COVID-19.
A diferencia de las cepas anteriores, que resultaban sencillas de detectar, Ómicron es un poco más silenciosa y sus síntomas se "camuflan" con los signos de las enfermedades estacionales como la gripe o los resfríos.

En este sentido, hasta ahora y con las primeras cepas incluida Delta, los signos a los que les prestábamos atención eran la presencia de tos continua, fiebre y pérdida del gusto o del olfato.

Sin embargo, a medida que los casos de la nueva cepa continúan en franco aumento, es importante que estemos atentos a sus síntomas para evitar que se siga propagando.

En el caso de Ómicron, los expertos observaron síntomas como picazón en la garganta, fatiga y dolor muscular como algunos de los más frecuentes, destaca The Mirror.

Sin embargo, hay algunos signos que no son tan comunes y los expertos los están aún detectando.

Náuseas y vómitos: ¿un síntoma de Ómicron?
Las náuseas y los vómitos podrían ser una señal de que nuestro cuerpo está "luchando" contra una infección de COVID-19, indica un artículo de Good Housekeeping .

En la nota, informan que de acuerdo datos recopilados por los profesionales de la salud se nota un aumento en la cantidad de contagios Ómicron que presentan vómitos y náuseas incontrolables como algunos de sus síntomas principales.

Esto hace que los síntomas se vuelvan relativamente más fáciles de detectar en comparación con un resfrío común, que es poco probable que provoque esta reacción.

Si bien las náuseas y los vómitos no indican de inmediato la presencia de una infección por COVID-19 -afirma el artículo-, estos síntomas pueden presentarse antes que otros problemas gastrointestinales como la diarrea, tal como lo señalaron desde el Tufts Medical Center.

Por supuesto, hay que considerar que tanto los vómitos como las náuseas no significan necesariamente que la persona se haya contagiado COVID-19: también son síntomas frecuentes de otra amplia gama de afecciones distintas.

Lo que destacan los expertos es que, en algunos escenarios, sí puede ser un indicador de Ómicron muy útil para diferenciarlo de otras enfermedades en un diagnóstico temprano.

Los síntomas de Ómicron
El Centro para el Control de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos actualizó su lista de signos de COVID-19 para reflejar la presencia de Ómicron como una de las principales variantes de este momento.

Los síntomas son:

Fiebre o escalofríos
Tos
Pérdida del sentido del olfato y/o del gusto
Falta de aire o dificultad para respirar
Fatiga
Dolores musculares o corporales
Dolor de cabeza
Dolor de garganta
Congestión o secreción nasal
Náuseas o vómitos
Diarrea
Los tres primeros también son signos frecuentes de las variantes anteriores y los últimos caracterizan a esta nueva cepa.

De manera poco frecuente, además, puede producir falta de apetito, sudoraciones nocturnas, caída de cabello, conjuntivitis (u ojo rojo), tinnitus y erupción cutánea.

Así apareció Ómicron
El primer caso de esta variante fue detectado en Sudáfrica. Un hombre de 30 años fue a una consulta médica con la doctora Angelique Coetzee en Pretoria, la capital de ese país, porque no conseguía aliviar con medicación un intenso dolor de cabeza y corporal. Él lo atribuyó a un esfuerzo físico que había realizado algunos días ante

Como medida preventiva, Coetzee lo mandó a hacerse un PCR. Como relató el diario El País, al día siguiente, Coetzee alertó a la red de profesionales de sanidad del país de que tenía un paciente que había dado positivo, pero que el resultado no coincidía con la variante Delta.

Lo más visto