El Observador/The Grayzone
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AMOR EN LA OEA. La relación entre Luis Almagro –secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA)– y la funcionaria del organismo, Marián Vidaurri motivó que el excanciller uruguayo sea investigado después de que anónimamente se denunciara el vínculo. La OEA analiza si violó el código de ética de la institución.

De todas formas, la relación ya era pública. En el libro Luis Almagro no pide perdón –publicado en noviembre de 2020 por los periodistas Gonzalo Ferreira y Martín Natalevich– tanto Almagro como Vidaurri hablaron al respecto.

"Vidaurri es una politóloga mexicana que durante mucho tiempo integró el equipo de técnicos que escribía reportes para el secretario general desde la Secretaría de Fortalecimiento para la Democracia. Según cuenta ella, si bien no tenía trato directo con él, siempre recibía repercusiones desde la oficina del secretario general sobre su trabajo", se lee en la citada obra.

"Si bien lo había visto un par de veces, se conocieron realmente en un viaje a Filadelfia. «Eso fue un viernes y el lunes me llamó a su oficina y me dijo: “Vente a trabajar conmigo”». Tiempo después la relación trascendió lo profesional", continúa el libro.

Según la agencia Associated Press (AP), que dio la noticia, la investigación está caratulada como “Presunta mala conducta de alto funcionario de la OEA”. El código de ética de la institución indica que "los miembros del personal y demás proveedores de servicios no deberán permitir que ninguna relación íntima con otro miembro del personal o proveedor de servicios interfiera con el desempeño de sus funciones o coloque en desventaja a otras personas en el lugar de trabajo".

Algunos funcionarios aseguraron a AP que existieron momentos en los que los involucrados generaron incomodidad en el ámbito laboral: dos trabajadores los vieron besándose en una asamblea general de la OEA –realizada en Medellín en 2019–, mientras que otro los vio tomándose la mano en una reunión de 2020.

La funcionaria, sin embargo, ya no forma parte del equipo de Almagro, según la agencia.

"Fue y es una conexión en todas las dimensiones. Muy profunda y muy intensa", cuenta Vidaurri en el libro de 2020. "Le digo siempre: 'Yo soy más inteligente porque me costó nada más que treinta y ocho años conocerte, a ti te costó como cincuenta y pico'", bromeaba sobre la edad de ambos.

"El sexo femenino ha tenido una fuerza muy importante. Un motor muy importante", confesaba Almagro y luego citaba al exjugador y director técnico Juan Ramón Carrasco. "Hay algo que decía Juan Ramón Carrasco. Le preguntaron cuándo había jugado mejor. Y contestó: 'Cuando tenía novia nueva'", recordaba el excanciller de José Mujica.

El libro señalaba que "el secretario general de la OEA se molesta cuando escucha a gente que lo acusa de 'mujeriego»'". Almagro aseguraba que nunca fue "un desprolijo". "Siempre fui más de sentir cosas y actuar en consecuencia. Lo que te ilumina la vida, la sonrisa de una mujer… Wow", continuaba.

El secretario general decía que se había enamorado en muchas oportunidades, que a veces "es imposible" evitarlo. "Dejé pedazos de cuero en el alambrado. Dejé carne en el alambrado. Me hubiera gustado tener algo más estabilizado desde el principio y haber tenido todas esas variables personales mucho más tranquilas. Creo que hubiera sido mejor en muchos sentidos. Quizás no. No lo sé", confesaba.

En Luis Almagro no pide perdón, el secretario general dijo que no quería hablar de su "actual relación". "Con el cabello gris me acerco a los rosales del jardín", se limitaba a contestar y citaba versos de Juventud, divino tesoro de Rubén Darío.

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