New York Time
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OBSCENO. Hambrientos, aterrados y enfermos: los niños migrantes detenidos en Clint, Texas. Durante meses, las autoridades de la Patrulla Fronteriza supieron que menores de edad que estaban en esta instalación no tenían dónde dormir, no tenían forma de lavarse y no comían con regularidad, a pesar de que han negado públicamente los reportes sobre condiciones denigrantes dentro del centro de Clint y otros sitios de detención de personas migrantes. Así lo reveló esta investigación conjunta entre reporteros y editores de The New York Times y un equipo de El Paso Times.

Brotes de piojos, herpes y varicela que se esparcen entre los cientos de menores de edad detenidos en celdas estrechas; un hedor de ropa sucia tan fuerte que impregnaba la ropa de los agentes; una niña que era vigilada para que no intentara suicidarse; niños llorando constantemente y agentes que pedían a adolescentes migrantes que cambiaran los pañales de los más pequeños son algunas de las escenas descritas durante decenas de entrevistas y la revisión de declaraciones juradas e informes de inspección que hizo el equipo de periodistas que realizó el reportaje. El mundo debe rebelarse ante estos hecho que ocurren en Estados Unidos.

La alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, pidió a Trump que pusiera fin a la reclusión de menores y a la separación de sus familias, tras conocer la situación en los centros de detención. Trump aseguró que los centros de detención son limpios y buenos, y que la gente que llega a ellos está feliz con la situación, en comparación con cómo eran sus lugares de origen. Sin más comentarios...

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