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“Entre diciembre y lo que va de enero llevamos alrededor de unos 65 rescates (finalmemte fueron 81 confirmó luego Simoncelli), y unas 30 o 35 asistencias,; de éstas, la que hay que resaltar más es la que tuvo lugar el viernes 13, ahí, en La Olla, con el paro cardíaco que tuvo un ciudadano argentino”, dijo.

Agregó que el turista “pudo ser reanimado por los guardavidas actuantes y por intermedio de un desfibrilador con el que contamos en la zona; la verdad es que eso fue lo que le salvó la vida, literalmente, el desfibrilador y la actuación impecable que tuvieron los compañeros ahí”.

NÚMERO DE INTERVENCIONES SIMILARES
Simoncelli indicó que sus intervenciones fueron “más o menos similares todos los años, la cantidad de rescates son más o menos similares”.

“Solamente tenemos que lamentar, no en los puestos, sino la niña que falleció en el arroyo El Potrero, hecho lamentable ocurrido en una zona donde siempre ocurren accidentes y no se cuenta con el servicio de guardavida”, se lamentó.

Añadió que “en los demás puestos donde estamos instalados se ha tenido mucho trabajo porque la concurrencia de turistas esta temporada la verdad que colmó todas las expectativas, pero hasta el momento, por suerte, venimos trabajando muy bien”. El comentario subraya un aumento de la eficiencia, porque con un aumento significativo de la cantidad de turistas, se mantienen las cifras de incidentes de años anteriores.

CAMBIOS
Simoncelli apuntó que “tuvimos una particularidad esta temporada en la Parada 16 de la (Playa) Mansa, que es un lugar supuestamente tranquilo, del que hemos hablado en otras oportunidades, por estos temporales que tuvimos a fines de año cambió mucho”.

“Cambió el fondo marino, la dinámica (del agua y las corrientes), y se hicieron acá, en la Parada 16 de la Mansa, más de 17 rescates; quedó cortada la playa, hay un banco de arena que está a unos 70 u 80 metros de la orilla, se va caminando, de repente hay un pozo, y más adelante está el banco” de arena, comenzó a explicar.

Prosiguió con que “entonces la gente ve que algunos pueden llegar, porque tienen alguna habilidad para nadar, y van con el agua por la rodilla, intentan ir, y quedan a mitad de camino; ahí es donde surge el problema”, de golpe dejan de hacer pie.

“Durante otros años eso no pasaba acá en la Mansa, era muy raro que pasaran esos rescates, sobre todo, acá en la Parada 16 de la Mansa; los demás rescates sí, en Playa Brava, como siempre, en zonas que se forman corrientes de retorno por los vientos y en la zona de rocas”, advirtió.

Negó que quienes practican deportes náuticos generen problemas adicionales, “porque tienen más conocimiento, los que andan en las cometas esas que se van lejísimo de la costa también es gente que tienen experiencia ya, y son los que menos dan problemas en el tema de rescates”.

“Además de los cuidados que hay tener habitualmente, hay que tener cuidado con las tormentas eléctricas, se han venido unos temporales por corto tiempo, instalamos la bandera negra que ya la venimos usando hace dos temporadas, pero por suerte no hemos tenido que lamentar ninguna situación fatal”, repasó.

Opinó que “por suerte acá, en lo que es la costa del departamento, no tenemos ese problema (alertas por algas u otros elementos marinos), el único lugar que a veces se complica un poco es la Laguna del Sauce, que en esta temporada tampoco se ha usado la bandera sanitaria, que sí se ha usado en temporadas anteriores”.

LUGARES “TRANQUILOS” QUE NO LO SON
Simoncelli llamó la atención también sobre lugares que “parece que son tranquilos, porque es un arroyo como El Potrero, y todos los años siempre surge un accidente fatal”.

“El arroyo El Potrero es un lugar precioso para ir en familia, uno ve que es tranquilo, pero hay partes que tiene profundidades de cuatro o seis metros, y la gente, al no tener conocimiento, a simple vista dice ah, qué lindo, no hay olas, corrientes, ni nada, empiezan a caminar, se cortó el banco de arena y se encuentran con pozo”, ilustró.

Dijo que “si no se tienen habilidades para nadar, ocurre lo que pasó; después, la dinámica de Playa Brava, lo que va de Los Ingleses a José Ignacio, es más o menos siempre igual, es muy dinámico, puede cambiar, por eso se ve en la costa banderas rojas o banderas combinadas amarillas y rojas, que marcan las zonas no habilitadas para baños, y las habilitadas”.

“Generalmente son lugares que siempre están identificados con esas señales, es prestarle atención, es como el tránsito, como todo, prestar atención, si hay dudas consultar que el guardavidas está siempre atento a eso”, completó.