El domingo, una policía radicó una denuncia en contra de un familiar, ya que le había sustraído el arma de reglamento. Posteriormente, un equipo policial intervino al sujeto, de 22 años, en la vía pública, pero ya no tenía el revólver en su poder.
De todas formas, fue llevado ante la jueza penal de 11º Turno, que lo condenó por hurto agravado a la pena de 10 meses de prisión, bajo el régimen de libertad vigilada.
Se estableció que los primeros 90 días tendrá que cumplir arresto domiciliario nocturno.