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“Tenía viaje de regreso para el 19 de marzo… Llamé al Consulado, por porque tenía que retirar el pasaporte y la cédula nueva. No es que esté sin documentos… Pero me faltan esos dos, que no los pude retirar, porque la cónsul no me permitió salir. Y quedé varado. Perdí el pasaje de avión y el visado”, narró.

“En este momento me encuentro a la deriva, sin documentos y pasando una situación mala”, agregó.

Indicó que, “de los 42 días que llevó aquí, 38 dormí en el porche de una casa. Una señora que conoce mi situación me dio para dormir ahí. Pero estos días se ha puesto muy frío, hablé con la señora y hace tres días que estoy durmiendo en un galpón. Estoy a 50 metros del agua, del Pacífico, y después de la 4 de la tarde se pone muy frío”.

Dijo que algunos vecinos lo ayudan con la comida, “aunque no demasiado, porque tienen miedo”. También informó que hay toque de queda, desde las 16 a las 6 de la madrugada.

De la Llana informó que estuvo anotado para regresar en un vuelo humanitario, pero la cónsul nunca le avisó. “Yo estoy a 1.300 kilómetros de Lima. Estoy cerca de Chile, pero ese país también está totalmente cerrado. Es imposible pasar por esa frontera”, agregó.

“Ya se hicieron tres vuelos humanitarios”, dijo al ser consultado sobre su incierto futuro. “Aparentemente, el 5 estaría viniendo un vuelo desde Uruguay, con peruanos, y ahí nos iríamos nosotros. Esa es una de las posibilidades. Me vendrían a buscar hasta aquí… Porque hay que tener un salvoconducto y no hay locomoción de acá a Lima”, subrayó.

“De los uruguayos que todavía estamos en Perú, soy el que está más lejos. Estoy a la espera y tengo una leve esperanza de poder volver a mi país”, señaló.