Facebook Twitter WhatsApp

Franco informó sobre la reunión que se mantuvo este lunes con los integrantes de la Comisión de Legislación de la Junta Departamental. “Esto se origina en los consabidos problemas de ruidos molestos que hay en la costa, en toda la jurisdicción del Municipio… El Concejo emitió una resolución planteándole la situación al intendente”, explicó.

Recordó que ya se había registrado una reunión con el jefe comunal, cuando la alcaldesa Rijo estaba de licencia. “Ahí se genera un expediente, que es enviado a la Junta. La Comisión de Legislación lo toma y empieza a tratar el tema”, indicó.

Señaló que este problema viene desde hace muchos años, como el de las fiestas en la costa, y se reciben quejas de los vecinos en forma reiterada.

“El Concejo concurrió a dar su posición y a defender este proyecto que se envía, como se le prometió a los vecinos, respecto a que no se iba a abandonar el tema cuando terminara la temporada. El Municipio está cumpliendo con esa palabra… Ahora la pelota está en la cancha de la Junta Departamental”, destacó.

Agregó que el Municipio busca el aumento de multas y de penas “y agilizar las coordinaciones con otras instituciones del Estado, para que actúen. Muchas veces no es el Municipio el que puede actuar. Y se busca solucionar un vacío legal que hay, reconocido por todos”.

Indicó que hasta ahora no hay otra alternativa que no sea la de multar al padrón. Dijo que ahora la primera multa aplicada cuesta dos Unidades Reajustables. “Y para tener una referencia, la primera multa por aguas servidas arrojadas a la calle es de cinco UR. Y estamos proponiendo que la primera multa por ruidos molestos también sea de cinco UR y que se vaya duplicando ante cada notificación”, informó.

“Esto se acompaña con una rebaja en los decibeles que estaban planteados, que eran muy altos, pero siempre para la música en las fiestas que carezcan de permiso. A las que tienen permiso pero superen los niveles permitidos, se les aplica la multa, como corresponde”, expresó.