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“Me siento indignado, caliente, triste, desanimado, y en todo esto hay un responsable que quiere opacar, trancar, poner palos en la rueda, frustrar a una institución que viene trabajando muy serio, apostando a los juveniles, realizando un trabajo social como nunca”, comienza la carta.

En la misma se explica que el club trabaja “con más de 70 jóvenes, que en vez de estar en la calle, quien sabe haciendo qué, están haciendo algo muy importante como lo es el deporte, con sus cabezas ocupadas, aprendiendo a tener responsabilidades, compromiso, respeto, humildad, convivencia con los demás”.

“Como bien saben, la cancha de La Capuera es municipal, pertenece al Municipio de Piriápolis, por su jurisdicción; nosotros como club venimos trabajando hace años para que hoy sea una realidad tener la cancha, poder entrenar, jugar, tener un sentido de pertenencia, que nuestra gente pueda disfrutar de un espectáculo, una distracción en una comunidad con pocas actividades sociales”.

Bartaburu recordó que “cuando se logró la cancha fue claro que el cometido es para el barrio, y principalmente para el club La Capuera. Cuando esto quedó pronto dijimos un antes y un después marcará a la institución y ¿por qué esto? Porque dejamos de ser siempre visitantes, porque íbamos a progresar, porque íbamos a tener un lugar donde poder entrenar y jugar”.

“Pues parece que hay un señor, que está contra esto, que jamás ha hecho nada por el deporte, un paracaidista que se cree dueño de La Capuera, cargo de confianza de la intendencia, pero cargo para obras, no como el que dice ser el dueño de todo. Que hace y deshace a su gusto; este señor se llama Rubén Manganiel”, afirma la carta.

“Nos está prohibiendo utilizar la cancha, solo quiere que nos juntemos a jugar los domingos cuando esté el campeonato, piensa que somos un cuadrito de barrio de esos que se juntan los domingos a jugar, y no ve todo el trabajo que hay atrás, el sacrificio, las horas, la dedicación, conseguir los recursos para solventar los gastos”. Y es que presentar el club en la liga donde participan, explicaron, les cuesta, “para las 3 divisiones, 494.000 pesos. Sí, así como lo leen casi medio millón de pesos, brindarle a los jugadores por lo menos los materiales para entrenar y mucho más”.

“Todos los días es un drama con este señor”, sigue la carta. “Teníamos planificado entrenar sábado y domingo en la cancha, 1ra división sábado, e inferiores domingo a 1 semana de comenzar el campeonato, siendo fundamental entrenar para llegar de la mejor manera. Pero lamentablemente nos llegó un audio en la noche, del capataz general de la cuadrilla que trabaja para él y está encargado del mantenimiento y cuidado de las canchas, el Sr. Carlos Lima, diciendo que el ´Sr. Rubito´ dio orden de no poder usar la cancha este fin de semana, tomando atribuciones que no le corresponden, pero parece ser intocable, que él decide hacer lo que se le cante”.

La misiva advierte que habrá una reunión de la directiva del club donde el presidente planteará que, “lamentablemente, si esto sigue así, vamos a entregar todo al municipio, libros, equipos, y todo y que se hagan cargo del club”.

“Esto duele, porque como ven en las fotos el año pasado, gracias a nuestro compromiso, dedicación, recursos, logramos poner el campo de juego en condiciones, gastamos 70 mil pesos para logar eso, pero parece no cuenta”. Agregan que, tres semanas atrás, Manganiel estuvo en el Consejo “y faltó a la verdad, dijo que nosotros habíamos destrozado la cancha, que habíamos amenazado a romper el candado de la cancha, si todo eso fuese cierto, ¿por qué no hizo las denuncias como corresponde?”.

Esta situación fue planteada estos días al Alcalde “Chiche” Graña y al consejo del municipio de Piriápolis, que, según la carta “aprobó entrenar en la cancha y usarla como lo solicitamos, pero este señor (Manganiel) hace caso omiso”.

Agregan que el funcionario “cortó la iluminación del polideportivo para no entrenar atrás del poli en horarios de la tarde- noche y lo tenemos que hacer en los canteros de la ruta, que es el único lugar con luz, corriendo un peligro constante”.

“Y lo peor fue el día jueves, mientras entrenaba sub16 a las 18 horas, atrás del polideportivo y aprovechando la luz del día, y sub19 estaba por entrar a la cancha a hacer trabajos de fútbol, el ´Sr. Rubito´ presente en el lugar, después de discutir e increparme que la cancha no la vamos a utilizar para entrenar, en determinado momento, se me paró frente a frente, amenazando con golpearme, diciendo que me tendría q matar y que no lo hacía porque era municipal”.

“Vamos analizar la situación y veremos qué medidas vamos a tomar, pero esto no puede seguir más, si nosotros somos los equivocados, renunciaremos con el dolor en el alma, pero esto de verdad desanima, dan ganas de largar todo”.