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Como informara FM Gente, en el mes de junio, Alfredo Enciso, director la Escuela 37 de Pueblo Obrero, fue acusado por la madre de una alumna de la institución de haber agredido a la niña y a ella misma cuando fue a reclamarle. Tras una investigación administrativa, Primaria clausuró las actuaciones ya que todos los testigos negaron que las circunstancias denunciadas por la mujer hubieran sucedido realmente.

Laura Pintos expresó que la Comisión Fomento siempre respaldo al director acusado y sostuvo que “hay sentimientos encontrados. Si bien uno sabía que el director era inocente, no deja de haber menores en el medio… Es una situación bastante complicada por todo lo que se generó”, indicó.

“Entonces, uno no está del todo feliz… Como mamá no es tan agradable. Pero estamos tranquilos. Sabíamos que esto se iba a aclarar, que era cuestión de tiempo”, agregó.

“Y ahora apoyar como siempre a la escuela y al director”, señaló.

Dijo que, a pesar del apoyo y lo que declararon los testigos a su favor, el director vio afectada su salud por todo lo vivido. Y, además “la escuela se dividió mucho en materia de opiniones… Fue una caza de brujas, prácticamente”.

Informo que Enciso aunque estaba separado del cargo, vivía en la casa habitación de la escuela. “Sucedieron también hechos de vandalismo, días de tormenta… No queremos creer que fue en base a todo lo que se dio. Porque había mucha gente en contra del director”, señaló.

Pintos dijo que no estuvo de acuerdo con la decisión de Primaria de separar al director del cargo, porque había muchos fundamentos para afirmar que “era algo falso”.

De todas formas, manejó que, “como hay menores de por medio, es delicado. Y eso es lo que hay que preservar”.

Añadió que, el viernes, cuando recibió la notificación, el director “estaba en shock… Después, con el paso del fin de semana, se aflojó un poco. Se emocionó bastante, se desahogó y ya está fuerte. Ha recibido mensajes de apoyo de compañeros, incluso desde el exterior… Cuando pasó esto también estaba fuerte. Le costó mucho caer. No comprendía en un principio la gravedad de lo que lo estaban acusando. Cuando empezó a darse cuenta y empezaron a pasar los meses, la diabetes se le disparó, le dejó de funcionar un riñón; lo veíamos bastante demacrado. Pero por suerte en la Inspección, adonde fue trasladado, encontró un grupo humano excepcional y eso lo contuvo muchísimo”.

Dijo que este lunes se reintegró a las tareas normalmente “como si nada hubiera pasado, para no alterar a los chiquilines, como dice él… Ya está en su lugar, como debía ser”.



Foto: Semanario La Prensa