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Tras tomar estado público la denuncia del caso de Juan Graziani, Macarena manifestó que su padre ingreso al hospital el 29 de enero “con un cuadro complicado. Tenía líquido en los pulmones”.

“Le hicieron todo tipo de estudios y al otro día ingresó al CTI y estuvo allí casi un mes y medio, porque no encontraban lo que tenía. Le hicieron estudios de todo tipo… Lo llevaron a Montevideo. En ese sentido no tengo nada que decir, porque fue magnífica la atención”, narró. De todas maneras, expresó que no encontraron la causa de su enfermedad, que en un momento atribuyeron a problemas neurológicos, pero luego señalaron que había sufrido dos neumonías.

“La historia cambiaba todo el tiempo… Lo pasaron a sala, con un cuadro estable y evolucionando cada vez más. Le hicieron una traqueotomía, que salió bien: empezó a caminar”, señaló.

“Yo tengo que decir que, al hospital, insumos no le faltan. Lo que le falta es la humanidad de las enfermeras… Hay que andar detrás de ellas, pedirles las cosas mil veces”, se quejó. Agregó que, en algunos momentos dicen que falta gente, pero uno entra a la Enfermería “y hay cinco o seis hablando por teléfono, de cosas particulares”. También indicó que a veces tenían que esperar una o dos horas para que ayudaran a bañar a su padre.

Afirmó que, en algunos momentos, hubo enfermeras que les “levantaron la voz… Algo de mal trato y muy poca humanidad”.

También se quejó de la falta de limpieza y cuidados en la higiene, especialmente en la zona en la que hay pacientes con tuberculosis.

“Cuando mi padre falleció, el 23 de marzo, no nos dijeron que se estaba yendo. Un doctor lo entregó agonizando y no nos dijeron: esto es lo que está pasando, para que los hijos se quedaran. Nos dijeron que la situación se había complicado de un momento para otro. Mi madre me avisó que fuera porque estaba en reanimación”, contó. Después nos retiramos y luego “me avisaron que se había descompensado, Y cuando llego de nuevo, mi padre se había ido. En tres horas. No nos dijeron que estaba agonizando”, agregó.

Destacó que sólo una enfermera, cuyo nombre no conoce, se preocupó y luchó hasta con los médicos para lograr una mejor atención para su padre en los 54 días que estuvo internado “El resto del personal, no tiene nada de humanidad”, insistió.