INCANSABLE. El presidente electo, Luis Lacalle Pou, llegó hasta la zona de Kibón, en la rambla de Montevideo, lugar que había sido elegido para realizar los festejos de la noche del viernes. El acto se suspendió en horas de la tarde por razones climáticas, pero de todas maneras el líder blanco se acercó hasta el lugar para saludar a los militantes que se habían congregado allí para participar del acto. Durante varias horas saludó y se sacó infinidad de selfies con cada una de las personas que se lo pidió.
Distintas crónicas y comentarios señalan la voluntad y la resistencia del presidente electo para atender la voluntad de sus seguidores y prestarse durante horas a los requerimientos mencionados.
Es un buen síntoma para la democracia y para el propio Lacalle Pou, esa vinculación con la gente de su propio país. Esperemos que mantenga esta actitud y voluntad más allá de las exigentes agendas y obligaciones que tendrá desde el primero de marzo del 2020.