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COVID RESURGE. Los contagios de coronavirus crecen sin control en prácticamente toda Europa. En España, aunque a una velocidad menor, el repunte ya se nota. Esta semana, el país ha superado los 100 casos por 100.000 habitantes en 14 días, con comunidades como Navarra y País Vasco duplicando con creces esa media. Si bien gracias a la vacunación esta incidencia no significa, en la práctica, lo mismo que hace un año, España no es del todo inmune a estos nuevos brotes.

Con el 90% de la población diana vacunada, España parte de una mejor situación que sus vecinos, pero eso no la hace inmune al repunte de casos. Tampoco el pase Covid.

“La vacunación no es suficiente para frenar la sexta ola”, afirma Daniel López Acuña, experto en Salud Pública y ex director de la acción sanitaria en crisis de la OMS. El epidemiólogo considera que se ha puesto “demasiado énfasis” en la vacunación “como instrumento para impedir los contagios”, cuando en realidad “es un gran instrumento para reducir la presión asistencial y la muerte”.

“Las vacunas no son esterilizantes”
Este mismo viernes, la ministra de Sanidad, Carolina Darias, ha incidido sobre esto. “Las vacunas no son esterilizantes”, ha señalado; “nos dan una protección altísima”, pero no impiden la infección de virus. Por otro lado, existe un pequeño porcentaje de fallo vacunal, por el cual no todos los vacunados generarán inmunidad; y además, hay un 20% de la población española sin vacunar —la mitad, porque son menores de 12 años y no hay vacunas disponibles para ellos; la otra mitad, porque han decidido no hacerlo—.

Mientras Sanidad y las comunidades debaten sobre un nuevo ‘semáforo covid’ y sobre la aplicación de un posible pasaporte covid para el ocio (con la Justicia como tercera implicada), los epidemiólogos también se plantean si es momento de recuperar alguna restricción.

Es posible que la incidencia no suba a niveles muy altos, pero hay que estar muy vigilantes.
Pedro Gullón, médico especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública, sostiene que hay que esperar todavía “a ver cómo evoluciona la incidencia”. “Es posible que no suba a niveles tan altos que lleguen a impactar en los hospitales, y que no haya que tomar medidas extraordinarias”, dice Gullón. “Pero también hay que estar muy vigilantes a que esto pueda ocurrir”, advierte. “No tiene por qué ser cerrar el interior de la hostelería, pero a lo mejor sí dar ayudas a las empresas para el teletrabajo, que debería ser lo más básico y que todavía las comunidades se resisten a aplicar”, propone el epidemiólogo.

Ante incidencias crecientes, Daniel López Acuña apuesta por “mantener las medidas de protección y volver a restricciones en donde sea necesario, en función de la incidencia”. También insiste en reforzar las medidas de salud pública: “Diagnóstico precoz, aislamiento, rastreo exhaustivo, revisión de pruebas y contención de los brotes”, enumera.

Sin entrar a detallar qué medida conviene aplicar ahora en cada comunidad autónoma —que van desde los 55 casos por 100.000 de Asturias a los 280 de Navarra, o desde el 1% de camas UCI ocupadas en Cantabria al 11% en La Rioja—, lo que consideran los epidemiólogos es que el pasaporte covid para el ocio que piden y aplican ya algunas comunidades no va a frenar la incidencia actual.

Para Daniel López Acuña, este pase sanitario es una “baza” que no resulta “central en la reducción de los contagios”. “Hasta cierto punto, el pasaporte covid es redundante cuando tienes al 90% de la población diana vacunada”, explica. Por otro lado, a los menores de 12 años —el grupo de edad con mayor incidencia al no estar vacunados (155 por 100.000)— no se les puede pedir el pasaporte Covid, recuerda el epidemiólogo.

El pasaporte Covid es redundante cuando el 90% de la población diana está vacunada
Pedro Gullón coincide en que, en estas circunstancias, exigir un pasaporte covid para el ocio en España “tiene muy poca efectividad”. “En un país con una cobertura vacunal tan alta, la mayoría de los casos se terminan dando en personas vacunadas, porque son casi todas; al cortar la transmisión sólo en un 10% de la población, aunque ese 10% tenga más probabilidades de contagio, en el fondo estás dejando la transmisión en el 90% de la población, con lo cual su efectividad es bastante limitada”, apunta Gullón.

El pasaporte covid puede tener otra aplicación, y es incentivar a la vacunación de la población, como se hizo este verano en Francia. ¿Es esto lo que quieren conseguir algunas comunidades en España? Puede ser. ¿Lo lograrían así? En esto hay más dudas. “Alguna persona se podrá captar, pero es difícil”, responde Gullón. “Con un 90% de la población alcanzada, y cuando ya se ha ofrecido varias veces la vacuna, creo que este efecto es limitado”, sostiene.

Daniel López Acuña también considera que si las comunidades finalmente aplican el pase covid —hasta ahora lo hacen Galicia y Cataluña— se convencerá “a algunas personas más para que se vacunen”. Aunque enseguida advierte: “Eso no nos va a dar el elemento fundamental para controlar los contagios, como tampoco nos lo va a dar las terceras dosis”.

El epidemiólogo insiste en que “tener a la gente vacunada no impide infectarse o contagiar”. En cuanto a las dosis de refuerzo —que próximamente se administrarán a mayores de 60 y sanitarios—, “ayudarán a sostener la inmunidad para protegernos de la severidad y de la muerte, pero no del número de infecciones nuevas”, dice.

López Acuña es consciente de la “fatiga pandémica” que afecta a población y autoridades casi por igual, pero echa en falta una mayor profundidad en el debate sobre la gestión de este nuevo repunte, y cree que se está optando por “decisiones fáciles”. “Me gustaría que el debate estratégico de cómo actuar se centrara más en cómo controlamos los brotes e impedimos la transmisión comunitaria, y ninguna de esas cosas las logramos ni con pasaporte Covid ni con terceras dosis”, zanja López Acuña.

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