John Carlin, columnista del diario El País de Madrid y autor del libro “El Factor Humano (Invictus)” sobre Nelson Mandela, dijo a FM Gente que los londinenses “se merecen un aplauso” por haber elegido a un alcalde musulmán, que ya asumió su cargo este sábado. Destacó que esto es un gesto de apertura y de tolerancia, que indica que “un futuro mejor es posible”. El periodista y analista catalogó al nuevo alcalde como el “anti Donald Trump”.
Carlín, que vivió en Buenos Aires de niño y fue asiduo concurrente a Punta Ballena, dijo este martes desde Islandia que la elección del musulmán Sadiq Khan como alcalde de Londres “es una historia brutal. Me parece algo tremendamente alentador. Hay tantas malas noticias, relacionadas tantas veces con el Islam… Casos terribles, como los últimos atentados en Francia y en Bélgica, y en Londres y España”.
También apuntó que hay un mucho rechazo “de parte grandes sectores de la población autóctona europea a la llegada de refugiados musulmanes de los países en guerra de Oriente Próximo, especialmente de Siria. Y además hay, en general, un problema de convivencia de musulmanes y no musulmanes en Europa, en un período en el que la población musulmana está creciendo”.
Destacó que todo “es un foco de alta tensión. Y que es este clima de repente sea elegido por la abrumadora mayoría de los londinenses como alcalde un señor musulmán, es para mí una especie de grito de esperanza y de fe que estos terribles problemas de pueden llegar a resolver”.
Carlin resaltó que Sadiq Khan “es el anti Donald Trump. Trump está ahí para construir muros y Khan está ahí, explícitamente, para derribar muros. Es lo que dice es sus discursos, en su retórica, pero es lo que está haciendo en la práctica”. Indicó que la parece “fantástico” que haya elegido para el acto de investidura, el sábado, “una catedral cristiana, una catedral anglicana antigua”. Y agregó que al día siguiente, en su primer día como alcalde, eligió ir a un acto de conmemoración del Holocausto, donde se reunió con dirigentes de la comunidad judía del Norte de Londres.
“Estos actos simbólicos son muy importantes. No son simplemente para las cámaras y ahí se quedan. Impactan en los corazones de la gente y en su forma de pensar”, consideró.
Explicó que Sadiq Khan “es un hijo de emigrantes paquistaníes, que llegaron en los años 50 o 60. Eran bastante pobres. Vivieron en una casa pequeñita pagada por el Estado. Eran siete u ocho hermanos. El padre era conductor de autobuses… Su futuro no pronosticaba esto”, bromeó.
“Pero el chico era estudioso en el colegio, fue a la Universidad, se hizo abogado. Se integró al Partido Laborista, uno de los dos grandes partidos en Gran Bretaña; fue elegido diputado parlamentario –dimitió el sábado al asumir la alcaldía-. Es un personaje del ala moderada del Laborismo, que se ha manifestado en contra del líder del partido, que es percibido como bastante radical. Es menos dogmático, menos ideológico y más pragmático”.
“Ha declarado ser partidario de trabajar más con la empresa privada para mejorar Londres. Es musulmán. Va a la mezquita, reza, pero en el Parlamento votó a favor del matrimonio gay. O sea que no es un fundamentalista musulmán, ni mucho menos”, añadió.
Consideró que va a enfrentar los problemas prácticos, como cualquier alcalde, como lo son el transporte, la seguridad, las viviendas que se necesitan. Pero su misión más importante – creo que lo ve así- va a ser convencer a los sectores que menos comparten los valores culturales democráticos británicos, los más radicales, que salgan de ese aislamiento, que no tengan miedo, que no hace tanto frío fuera. Y eso va a ser complicado. Por supuesto que dentro de los sectores radicales del Islam, Sadiq Khan es lo peor. Es un traidor. Un ‘vende patria’, un ‘vende religiones’. Y tiene muchos enemigos en esos sectores más radicales, más yihadistas. Incluso eso puede conllevar ciertos peligros”, advirtió.
“Y si logra des-radicalizar a la gente y convencer a jóvenes que tal vez están pensando en sumarse al yihad, que lo piensen dos veces, que vena el ejemplo de él, que se puede convivir con la sociedad británica y su valores democráticos tradicionales, pues ese será un enorme logro”, afirmó.
Estimó que “hay una cierta lógica, aunque parezca extraño, que la población de Londres haya votado por un alcalde musulmán. Hay que tener en cuenta que el 12% de la población de Londres es musulmana, pero 56,8% votó por un alcalde musulmán, Y esto, para mí, realmente habla muy bien de Londres. Creo que se merecen un aplauso los londinenses. Porque fue un gesto de generosidad, de apertura, de tolerancia y también de fe, en que un futuro mejor es posible”.
Khan llegó a la alcaldía con más de 1.300.000 votos de diferencia (14 puntos porcentuales de casi 57% a 43%) por encima del candidato conservador Zac Goldsmith, un multimillonario, judío y autoproclamado ecologista, que lo había acusado duramente como extremista al islámico durante la campaña.