El Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM) publicó el plan de implementación del hidrógeno verde y sus derivados, que se elaborará en colaboración con el sector privado, la academia y la sociedad civil. La hoja de ruta y los planes de movilidad eléctrica y eficiencia energética son los pilares del Gobierno para la segunda transición energética, dijo el titular de la citada cartera, Omar Paganini.
Esta hoja de ruta está disponible en la página web del MIEM. Hasta el 15 de agosto se recibirán aportes y opiniones para complementar a este plan.
Paganini aseguró que se prevé que la producción de hidrógeno y sus derivados represente, hacia el 2040, una facturación aproximada a los 2.000 millones de dólares anuales.
Además, se espera que el desarrollo de esta industria genere unos 35.000 puestos de trabajo directos en la construcción de plantas, su operación y mantenimiento, logística y educación técnica.
El hidrógeno verde se produce a partir de agua y energías renovables. Está previsto su uso para el transporte, energía térmica e industrial y materias primas, con la finalidad de propiciar la descarbonización.
El secretario de Estado señaló que Uruguay cuenta con fortalezas en la captación de inversiones privadas a largo plazo para el desarrollo de hidrógeno verde, por sus sólidos marcos regulatorios y su estabilidad institucional, política y legal.
“Es natural, como estrategia nacional, apostar al hidrógeno verde como la creación de un nuevo sector exportador, un sector que no existe en el país y que tiene un potencial de crecimiento importante”, señaló.
La presentación fue acompañada por el titular del Ministerio de Transporte y Obras Públicas, José Luis Falero; la subsecretaria de Relaciones Exteriores, Carolina Ache; su par del MIEM, Walter Verri, y los presidentes de UTE, Silvia Emaldi, y Ancap, Alejandro Stipanicic, entre otras autoridades.
También estuvo presente el ministro de Ambiente, Adrián Peña, quien dijo que, en lo que refiere a lo climático, es importante esta alternativa energética, porque colabora en la reducción de emisiones de anhídrido carbónico (CO2) que, en un 60%, corresponden al transporte.
Señaló que la producción de este elemento es una novedad a escala global y que desde la cartera se trabaja para adquirir experiencia sobre los recursos naturales necesarios, las condiciones de producción, almacenamiento y transporte. “Uruguay tiene oportunidades, capacidades y ventajas competitivas en esto”, aseveró.
Según explicaron las autoridades, la base de esta segunda transición energética son las transformaciones concretadas en la última década, que permitieron a Uruguay descarbonizar, casi en su totalidad, su matriz eléctrica y alcanzar un 97% de participación de energías renovables. En ese sentido, la calidad, abundancia y complementariedad de los recursos eólico y solar del país permitirán alcanzar costos competitivos para la producción de hidrógeno a escala.