El alcalde de Punta del Este, Martín Laventure, reclamó un “sinceramiento” sobre la situación del suministro del agua en Maldonado, aunque también señaló que “confía” en la palabra del Ingeniero Jorge Hourcade (UGD) cuando dice que el agua tratada no conlleva riesgo para la salud. Además, Laventure indicó que han llegado a su municipio quejas y consultas de turistas y visitantes que durante toda la semana han planteado su preocupación por el estado del agua.
El jerarca esteño Martín Laventure llamó a que “más que buscar culpables, habrá que asumir responsabilidades, tratar de solucionar el tema lo más rápidamente posible y después ver de qué manera se minimiza el impacto económico, también, que esto trajo a la población del departamento”.
“Como en tantas otras cosas, Punta del Este o Maldonado tiene el componente después de los visitantes, o de los turistas, o de aquellos propietarios que aprovechan sus períodos de vacaciones para venir”, expuso.
Explicó que “en la medida que (los visitantes) fueron llegando se encontraron con esta situación, que no se había solucionado y la preocupación estuvo a la orden del día, con consultas y de ahí la transparencia de la información, llevar tranquilidad en función de que no habría riesgo para la salud”.
“Pero, ponerles en claro la no potabilidad del agua por lo que todos sabemos, su muy mal sabor, su olor”, retomó.
Afirmó que había recibido quejas y consultas “a medida que la gente iba llegando, pasaba a los centros de informes, en el municipio estamos abiertos hasta hoy inclusive, y mucha gente se ha acercado a preguntar”.
“Las propias administraciones recibían las consultas de la gente que iba llegando, y era esa un poco la situación, la preocupación en cuanto” a lo que está pasando.
Contó que “el otro día, bueno, yo estuve personalmente con unos propietarios argentinos que estaban preocupados porque habían cocinado, habían hecho unas verduras en esa agua, a ver qué tenían que hacer, si tirar lo que habían cocinado, no tirarlo”.
“Porque aparte se van enterando por la prensa o por la propia gente de acá; entonces la preocupación primaria era ver si los que ya habían consumido eso tenía alguna consecuencia sobre la salud”, prosiguió.
Finalizó señalando que “ahí es donde en principio uno puede dar tranquilidad de que no hay consecuencias, pero después recomendar que el agua no era potable porque no tiene las condiciones mínimas que tiene que tener en cuanto a su sabor y a su transparencia”.
DEMASIADO SERIO
Laventure advirtió que “este es un tema demasiado serio como para entrar en el tema de la política menor de acusaciones, de sacarnos responsabilidades unos y echarnos las culpas”.
El único que exigió la renuncia de Hourcade en los últimos días por el manejo que había dado a la información sobre el problema del agua, fue el candidato a la Intendencia de Maldonado, Rodrigo Blas, del Partido Nacional.
“Este es un componente más de un problema que es mucho más importante que la coyuntura o que la situación de algún turista”, opinó el acalde puntaesteño.
“Creo que el impacto primero ha sido en la población, esto ha sido discutido mucho en estos días, más allá de marchas y contramarchas, está clara la no potabilidad del agua”, dijo, apelando a lo que Hourcade admitió en la Junta Departamental.
MÁS CONFIANZA
Laventure proclamó que “si estamos a tiempo todavía, corregir lo que haya que corregir, esto tiene su explicación, confiamos en quienes la dieron”.
“Pero hay un convencimiento de que hay problemas en la calidad del agua en relación a lo que éramos antes por un montón de motivos que hay que ir analizando o que están siendo analizados y que han sido denunciados en su momento”, expuso.
“Más allá de que sea solucionado el tema en lo que tiene que ver con el agua nueva que está ingresando en el sistema, a medida que esa agua fluya -y eso nos lo había advertido ya el ingeniero Hourcade- de alguna manera va adquiriendo en ese transcurrir, por la propia porosidad de las cañerías, nuevamente un mal sabor”.
“Entonces, a pesar que se inyecta agua con el tema solucionado, cuando llega al usuario el problema persiste, que es lo que está ocurriendo en estos días, más allá de las purgas que se han realizado y que se siguen realizando”, explicó.
“Está claro, porque en eso confiamos, en la palabra del ingeniero Hourcade, que no hay riesgos para la salud, pero el primer impacto y más que importante ha sido sobre la población”, dijo al comienzo.
Sin embargo, más adelante reclamó “un sinceramiento real de cómo está la situación de todo el sistema, de cual es realmente la calidad del agua que hoy le estamos dando a nuestra gente y a quienes nos visitan”.
“Creo que ha llegado el momento de decir esta es la situación real, vamos a enfrentarla, y vamos a darle tranquilidad a la gente”, insistió.