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“Lo que se busca con esto es unificar criterios de actuación ante situaciones complicadas”, resaltó. “Todos nos pusimos de acuerdo en cuanto al camino a seguir”, explicó.

Menéndez dijo que la gran mayoría de los clientes acatan las disposiciones establecidas por los comercios para tratar de binar seguridad sanitaria.

AGRESIÓN A UN GUARDIA

Sin embargo, admitió que se han registrado algunos hechos “desagradables” por parte de una “minoría” del público. Concretamente, refirió como ejemplo que un guardia de seguridad de un supermercado del barrio Palermo, en Montevideo, fue “agredido” cuando les pidió a dos personas, que llegaron juntas al local, que ingresaran de una.

Indicó que por el momento no está previsto exigir a los clientes que usen tapabocas en los comercios, aunque se sugiere hacerlo, en consonancia con las disposiciones gubernamentales.

Agregó que los empleados, en general, usan tapabocas desde el comienzo de la emergencia. No obstante, admitió que se ha generado inconvenientes por la disponibilidad de estos productos en plaza.

Explicó que una gran superficie que tiene seis mil empleados necesita casi 400 mil tapabocas en un mes, ya que cada uno debe utilizar tres por turno, y en algunos momentos no hay posibilidades de comprarlos por la falta de existencias en el mercado.

MANTENER CADENA DE ABASTACIMIENTO

Por otra parte, indicó que los comercios están trabajando activamente en el tema sanitario, porque la “preocupación” principal en estos momentos es “asegurar la cadena de abastecimiento”.

Asimismo, Menéndez indicó que, tras el furor de compras originado al comienzo de esta emergencia, las ventas se fueron normalizando y hoy no hay mayores inconvenientes con el abasto. “Incluso esperamos que vayan bajando “ya que la gente va a ir consumiendo el stock que generó y además a causa de la baja de ingreso en los hogares.

En cuanto al fin de esta situación, dijo que, a nivel personal, es bastante pesimista. “No creo que se llegue en menos de un año… Y para algunos sectores, por algún tiempo más”, destacó.

Expresó que hay rubros, como el de los medicamentos y de los alimentos, que van a seguir funcionado, con vaivenes; otros, como el de las exportaciones, que fue el primero que se resintió, va a ser uno de los que se recuperará más prontamente; en cambio, el turismo va a demorar bastante más, estimó.

“Hay que ver quién se anima a viajar... Eso es un cambio de hábitos muy brusco. Y el mundo, seguro, va a cambiar. Y habrá que ajustarse a esto”, comentó.