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Una vecina se presentó en dependencias policiales el martes 15 de junio para dejar denuncia de que le habían robado la bicicleta. La bicicleta, una GT lila rodado 26, estaba estacionada en el exterior de un comercio cuyo frente da a avenida Batlle y Ordóñez.

La denuncia disparó el trabajo de efectivos de Investigaciones del Distrito II de policía en procura de dar con la bicicleta. Finalmente dieron con el paradero del vehículo robado, el que se encontraba en poder de un hombre de 34 años de edad en el límite entre el asentamiento Los Eucaliptus y Nueva Esperanza.

Realizada una inspección detallada de la bicicleta los investigadores tuvieron la convicción de que se trataba de la denunciada como robada. Lo curioso fue que en el lugar donde se incautó el rodado, había otra bicicleta GT, esta modelo Paloma y también pintada de lila.

Al pedirle documentación de la segunda bicicleta, el hombre no solo no la tenía sino que en principio no pudo explicar cómo había llegado a sus manos. Las dos bicicletas y el sospechoso fueron trasladados a la comisaría para continuar la indagatoria.

A partir de los interrogatorios del detenido, los policías fueron a buscar a un muchacho de 16 años y a su madre, quienes tendrían participación en los hechos indagados. Detenidas estas dos personas se informó al juez de Penal 10º turno.

El magistrado se pronunció con el inicio de un procedimiento como adolescente infractor bajo la acusación de que cometió un delito de hurto y le impuso como medida sustitutiva que deberá guardar arresto domiciliario total por 60 días.

También se pronunció con el procesamiento del mayor, W.V.G., bajo la acusación de que cometió un delito de receptación en régimen de reiteración real. Se le impuso arresto domiciliario nocturno por 60 días.