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“Al otro día del show con los Rolling tuve, muy temprano, una audición para entrar como ‘extra permanente’ en la orquesta del Sodre. Y por suerte me fue bien y voy a estar tocando esta temporada”, dijo.

“El martes fue un día muy esperado… Hacía mucho tiempo que nos estábamos preparando y la verdad es que todo fue increíble”, resumió al comentar la experiencia vivida en el estadio Centenario con los Rolling Stones.

Como se ha divulgado ampliamente, al momento de interpretar “You can't always get what you want”, el primero de los dos bises en su histórico concierto en Uruguay, la banda inglesa estuvo acompañada por el coro montevideano Rapsodia, que integra Fernández Chaves.

“Nos contactó la productora argentina, que estaba buscando el coro para cantar esa canción…En un comienzo solo nos dijeron que era para un show internacional, bastante grande. Pero que no nos podían decir más, ni de quién se trataba, por el contrato de confidencialidad. Entonces, al principio especulábamos mucho sobre quién sería. Nunca se nos ocurrió que fueran a ser los Rolling Stones”, dijo.

“Como nos habían dicho que era en febrero, cuando salió que iban a venir los Rolling, nos dimos cuenta que eran ellos los que nos estaban contratando…. Y después llegó la partitura, que decía Mick Jagger y Keith Richard… Ahí ya estaba. Mucha alegría y emoción. Y diez mensajes por segundo en el Whatsapp del coro, diciendo: ‘vamos a cantar con los Rolling, no puede ser’. Fue increíble”, subrayó.

Luego narró que “el día del concierto ingresamos a las 14 horas al estadio Centenario y nos dieron el lugar donde íbamos a estar. Ya enseguida, 14 y 30, tuvimos un ensayo con el director musical y tecladista de la banda. Nos hizo repasar dos cosas, pero dijo que estaba bien. Y nos hizo pasar al escenario para probar los micrófonos y el retorno… Después, sobre las 5 de la tarde tuvimos una instancia al lado de nuestro camerino, bastante chico… Ahí estaban ensayando los Rolling y después de hacer un par de temas, nos llamaron. Eso fue increíble, estábamos a un metro de ellos, porque que el espacio era muy chico”.

“No hubo mucha interacción. Cantamos… Ellos nos mirababan, no es que ‘estaban en otra’. Mick Jagger me estuvo mirando como 10 segundos a los ojos… Iba haciendo contacto visual con cada uno. Y después sacó su cámara y empezó a filmar a todo el coro. Nosotros no podíamos tener cámaras. El contrato decía que no podíamos dirigirles la palabra ni pedirle autógrafos, a no ser que ellos nos hablaran”, comentó.

“Después que terminó la canción nos felicitó y nos agradeció por estar ahí. Nos preguntó el nombre del coro, para cuando tuviera que agradecer… Fue gracioso, porque no sabía bien cómo pronunciar Rapsodia. Pensó en ‘rhapsody’, en inglés… Y le regalamos una remera de nuestro uniforme, que le gustaron mucho, y cuatro Dvd del coro. Nos preguntó si era música del siglo XVIII, como que no le interesaba mucho; pero yo le respondí que era rock and roll”.

Indicó que cuando llegó el momento de actuar se fueron acercando progresiva y lentamente a la boca del escenario.

“No se da todos los días cantar ante 60 mil personas”, dijo risueño, al comentar el impacto que les causó ver el público en el estadio. “Para nosotros había sido lo máximo cantar para 500 personas en la sala Nelly Goitiño, que la llenamos. Nunca nos imaginamos esto. Después, al director del coro, que fue quien quedó en contacto, le llegaron mensajes felicitándonos por la actuación”, manifestó.