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El legislador explicó que “una cosa es el derecho de huelga, que todos defendemos, que es algo muy arraigado y constitucionalmente establecido; y otra cosa es el gobierno de los sindicatos”.

Consideró que, en esta y en otras áreas empieza a suceder, que “el poder sindical se ha transformado en un poder de gobierno central”.

Destacó que “siempre termina de rehén la población”, porque en este caso han pasado muchos días sin el combustible más utilizado para la cocción de los alimentos, al igual que para la calefacción, por la mayoría de las familias del país.

García dijo que aún sin ingresar en el inicio conflicto, “ver a dos trabajadores manipulando un arma, es descabellado. Si uno lo mira como ciudadano, parece racional que el empleador considere que eso es muy grave. Después, las explicaciones son harina de otro costal. El solo hecho me parece muy grave”.

“Y después se desató un conflicto ‘in crescendo’, que termina en esta situación. Hace 20 días que hay un conflicto. Y en Maldonado ya la población está sin gas, con la gente haciendo cola… Y En Montevideo hay escuelas que no le pudieron dar de comer a 500 niños, en las zonas más pobres de la capital, porque no tienen supergás. Alguien tiene que parar rodeo y decir: ‘muchachos, una cosa es el derecho de huelga y otra que ustedes decidan cuando la gente puede tener gas o no’”, sostuvo.

Recordó que declarar la esencialidad “es un resorte del Poder Ejecutivo”, una medida administrativa que toma el Ministerio de Trabajo. “Desde la oposición, no puedo más que hacer el reclamo público, ante una situación que es la muestra de algo que viene sucediendo en el país desde hace mucho tiempo. Muchas veces el poder sindical es el que condiciona las acciones de gobierno”, enfatizó.

“Yo miraba al ministro (Ernesto) Murro en las últimas horas y era un operador sindical más. Me parece que le falta la sensatez de poner a valorar todas las partes: la obrera, la empresarial y la del ciudadano, que, en definitiva, es el único que no tiene a nadie que lo defienda. ¿Y quién tendría que estar defendiendo al ciudadano? El gobierno. Porque el ciudadano está absolutamente indefenso y es el que paga los platos rotos”, subrayó.

Agregó que el ciudadano no tiene supergás y no tiene la perspectiva de cuándo va atenerlo. “Y al gobierno lo veo absolutamente ausente, porque en buena medida está condicionado por el poder sindical… El ministro y otras autoridades del Ministerio de Trabajo, son dirigentes sindicales”, manifestó.

Consideró que termina habiendo un gobierno “que una parte se elige en las urnas y otra parte de él son los dirigentes sindicales, que son lo que toman las medidas y nadie defiende a la gente”.