National Geographic/M. Batlle Cardona
National Geographic/M. Batlle Cardona

VENECIA PAGANDO. Después de años anunciándose, finalmente Venecia introducirá la reserva previa y la tasa de entrada para aquellos viajeros que no pernocten en la ciudad el día 16 de enero de 2023. Así lo estableció la resolución aprobada el pasado 31 de junio por el Ayuntamiento con un texto reglamentario que establece una tasa de entre 3 y 10 euros, independientemente del medio de transporte que se utilice para llegar a la ciudad histórica.

La medida establece las directrices para la introducción de un nuevo sistema de gestión de los flujos turísticos a través de una plataforma multicanal y multilingüe con código QR que estará disponible a finales de año. "El objetivo de esta medida, que ya no se podía posponer, es reducir el exceso de turistas de día y los picos estacionales, buscando un equilibrio entre las necesidades de los residentes, los turistas que pernoctan y los que visitan la ciudad durante el día", expuso el concejal de Turismo, Simone Venturini.

En este sentido, el coste dependerá de la temporada, del día, de la franja horaria, del número de reservas ya realizadas en el portal y de la antelación con la que se haya reservado. Así, quienes reserven con mayor antelación, pagarán una tarifa menor que quienes lo hagan a pocos días de la llegada.

MEDIDA RETRASADA POR EL COVID-19

Antes del inicio de la pandemia, la administración de Venecia había anunciado la necesidad de adoptar medidas drásticas para evitar la masificación turística como la reserva y el pago de una entrada. La COVID-19 hizo retrasar su aplicación pero, tras una Semana Santa en la que alrededor de 180.000 personas visitaron la ciudad, se anunció la puesta en marcha el programa piloto de reserva para los turistas.

Las personas que visiten Venecia a partir del 1 de agosto podrán reservar a través de una página web especial que se hará pública en las próximas semanas. De momento, no es obligatorio hacerlo, pero se invita a los viajeros internacionales e incluso a los del Véneto -estos últimos estarán exentos de pagar la tasa turística a partir del año que viene- a reservar para gestionar la llegada de turistas. "Los que reserven recibirán incentivos, como descuentos en las entradas a los museos o en el transporte público", añadió Venturini. Todo un incentivo, ya que las tarifas de transporte del vaporetto pasarán de 7,50€ a 9,50€.

PAGO DE ENTRADA A PARTIR DE 2023
Esta primera fase será la antesala de un programa más amplió que incluye el pago de entrada (de entre 3 y 10 euros) y la instalación de las polémicas puertas de acceso que, de momento, se preve colocar en la estación. A partir del 16 de enero del año que viene, los viajeros de día deberán pagar la entrada, a excepción de los habitantes del Véneto, los que trabajen en la ciudad histórica, los estudiantes que asistan a colegios e institutos y los propietarios, así como los niños menores de seis años, las personas con discapacidad y sus cuidadores, quien necesite acceder a los centros de salud para recibir servicios médicos, los administradores públicos, los voluntarios y las fuerzas de seguridad, y los familiares hasta el tercer grado de parentesco. Las personas que pasen más de un día en la ciudad y se alojen en un hotel, también estarán exentos de esta entrada ya que se incluye en la tasa turística.

Las controvertidas puertas de acceso estarán conectadas con una sala de control inteligente en Tronchetto que ya se anunció el año pasado para monitorizar las llegadas y el origen de los visitantes. También distinguirá entre los visitantes que pernocten en la ciudad (el registro se hará automáticamente con la reserva del alojamiento) y los que necesitan la app o web para reservar y pagar la cuota, conocidos como hit and run.

Este sistema consta de más de 500 cámaras de alta definición que ya se usaron durante la cumbre económica del G20 de 2021 y que están colocadas en palacios, plazas, calles y canales junto a un centenar de sensores para detectar quién está en Venecia a través de smartphones, el conocido como Gran Hermano de Venecia.

Aunque de momento no se podrá bloquear el acceso a nadie, se preve que gracias a los incentivos (y también a la aplicación de tarifas más altas a quienes no reserven), los visitantes optarán por reservar o pernoctar en la ciudad. También se está estudiando la introducción de sanciones, aunque la medida todavía se debe votar en el ayuntamiento.

Los ingresos de la tasa de acceso se utilizarán en primer lugar para pagar los costes de la introducción del sistema y luego para descontar la factura del Tari a los residentes.

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