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La protesta por mejores servicios públicos que congregó anoche a cerca de 300.000 personas en Río de Janeiro degeneró en un choque entre grupos de manifestantes y policías que dejó 62 heridos, 10 detenidos y rastros de destrucción en el centro de la ciudad, dijeron hoy fuentes oficiales brasileñas. Pese a que la multitud en Río de Janeiro marchó de manera pacífica, la manifestación terminó violentamente cuando un pequeño grupo supuestamente intentó invadir la sede de la alcaldía. La policía, atacada a pedradas, reprimió a los manifestantes violentos con gases lacrimógenos y balas de goma, y protagonizó una verdadera batalla campal que se extendió por varias calles. Algunos de los manifestantes, dispersados por los agentes antidisturbios, se dirigieron hacia diferentes locales del centro de la ciudad y en su camino destruyeron señales de tránsito, bienes públicos, autobuses y agencias bancarias, y encendieron fogatas en recipientes de basura con las que intentaron bloquear las vías. La manifestación de Río de Janeiro fue la mayor entre las que comenzaron la semana pasada en todo el país y que tan sólo anoche movilizaron a más de un millón de personas en al menos 80 ciudades. Las protestas comenzaron la semana pasada en Sao Paulo, exclusivamente contra la subida de las tarifas de transporte público, pero ganaron otras reivindicaciones, como mayores inversiones en la salud y la educación pública, y críticas a los elevados gastos del Gobierno para organizar eventos como el Mundial de fútbol de 2014. (Río de Janeiro, 21 de junio - EFE)

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