La Asociación Amigos del Faro de Punta del Este presentó proyectos al municipio local y a la Intendencia de Maldonado para revitalizar zonas deprimidas en el casco viejo de la península. La propuesta está vinculada a la gestión cultural de ciertos espacios y a la modificación de códigos en la zona residencial.
Atilio Sanguinetti, presidente de la organización vecinal, destacó que procuran defender la zona y preservar sus condiciones ambientales y paisajistas, manteniendo sobre todo la identidad del lugar.
Florencia Sader, que integra el grupo y es miembro de dos de las comisiones que trabajan en diferentes asuntos de interés en la península, rescató la alta participación vecinal y la “proactividad” que ostentan al definir qué pretenden para esa parte histórica de la península.
Con esto, la asociación se abocó a dar vitalidad a la deprimida zona del faro esteño. Sanguinetti explicó a FM Gente que la Comisión de Desarrollo Urbano realizó un relevamiento y concluyó en una propuesta que ya fue enviada al municipio y al área de Planeamiento Urbano de la Intendencia.
“Se ha mantenido con un buen ordenamiento dentro de lo posible, pero tenemos que enfrentar y adaptarnos a los cambios culturales que está viendo el mundo”, opinó.
Explicó que, inicialmente, la poca población de Punta del Este se abastecía de comercios instalados en la zona del faro. “Entonces se aplicó una reglamentación que en su momento no fue mala pero que, con el tiempo, resultó contraria a los principios de desarrollo de la zona”.
Con las décadas, el surgimiento de restaurantes –sobre todo en la calle 10- terminó siendo “incompatible con el sostenimiento de una zona residencial”. La idea es, ahora, aplicar nuevos códigos junto a la Intendencia para otorgar “determinados permisos”, expresó Sanguinetti. “Eso fue presentado a la IDM y está en elaboración”.
La otra zona comercial, donde está el Concorde, el Palace y la bajada de la calle 12, son manzanas ya consolidadas y no se pueden modificar. Sin embargo, los vecinos trabajan para convertirlas en zona “cultural” y creen más conveniente promover establecimientos “de buen nivel y con exigencias”.
“Los comercios no duran, son transitorios, entonces aparece esa zona como degradada. ¿Para qué habilitar comercios en esa zona si el resto de la península tiene galerías?”, interrogó Sanguinetti.
“La parte cultural debería tener, quizás, un sesgo más de país, que represente la cultura uruguaya”, opinó. En eso cree que sería buena la intervención del Estado.