Eduardo Márquez, propietario en Montoya desde hace años y que tuvo que volver a Buenos Aires por los ruidos de máquinas en una construcción pegada a su departamento, informó en FM GENTE que la Intendencia intervino y que los ruidos cesaron. Por este motivo volverá al balneario buscando el descanso que, hasta ahora, no había logrado en sus vacaciones.
“Las felicitaciones, porque ayer, después de insistir mucho, pero mucho, con la intendencia y la alcaldía, mandaron los inspectores y evidentemente se dieron cuenta” de lo que pasaba en Montoya, señaló.
Luego de 15 días, teniendo en cuenta que las excavaciones y las demoliciones en el predio de Punta del Este, Maldonado, La Barra, sobre todo en la parte de la costa, están prohibidas, “le hicieron un llamado de atención para que sacaran el martillo neumático y lo dejaran sin funcionar hasta fines de marzo, como dice la reglamentación”, reveló.
PROHIBIDO ABSOLUTAMENTE
Márquez comentó que “ha primado, gracias a Dios, la cordura y la sensibilidad de las autoridades, hemos logrado que se cumpla con la ley”.
“Está prohibido absolutamente desde el 1º de diciembre hasta el 31 de marzo: no se pueden hacer demoliciones; me parece razonable, y excavaciones menos, es un desquicio eso”, dijo.
Añadió que “me acuerdo que, por ejemplo, en Brasil, tampoco se pueden hacer construcciones en las montañas que tienen que dinamitar piedras, dinamitan las piedras, no se puede de diciembre a marzo, tampoco, en los lugares de playa, por supuesto”.
“No se utilizaron cargas explosivas (en Montoya), por lo menos mientras yo estuve no se utilizaron; parece que se va a cumplir esto, volveré esta semana o la otra, si Dios quiere, allí”, anunció.
Consolidó que “me acaban de decir, hace exactamente cinco minutos, que la pilotera (martillo neumático) se la llevaron, se la acaban de llevar, así que parecería que son buenas noticias y voy a ponerme de vuelta en marcha para ir para allá de nuevo, a ver si me quedan estos 10 días que restan de febrero, si sale el sol y no tengo pilotera”, indicó.
COLATERALES
Márquez supuso que “habrá sido una advertencia de cesar esos trabajos bajo la amenaza de clausurarles la obra, porque una cosa es una construcción, y otra cosa es ese disparate, me parece a mí”.
“Además, se rajaron los muros, se fisuraron las mamparas de las casas por las vibraciones, que eran tremendas; pero, bueno, eso será después daños y perjuicios de los que tendrán que ocuparse los vecinos”, deslizó.
Afirmó que “además de tener daños y perjuicios, no poder veranear, ya es el colmo (perder a) los inquilinos que se nos fueron, también, así que todo mal”.
“Podré perder el negocio mío, perder el negocio para Uruguay, porque Uruguay vive del turismo, justamente hacen el desastre arriba de…, es como tener una industria y, bueno, la implosiono, es una cosa de locos”, se asombró, todavía molesto.
HASTA MARZO
Márquez matizó un comentario sobre lo largas de sus vacaciones: “Sí, ya estoy en edad de pasar un poco más largas las vacaciones, así que puedo ir de diciembre a marzo, y voy (a Montoya) en invierno también; este invierno no iré por la construcción, pero voy normalmente bastante tiempo del año”.
“No les costaba nada, nada, nada (haber hecho este trabajo de construcción en marzo), pero la ansiedad…, además, es una construcción de mucho dinero, entonces me da para pensar mal para no equivocarme”, volvió a ironizar.
Sobre el tiempo que estuvo pidiendo a las autoridades de Maldonado que pararan ese ruido, contestó: “14 días estuvimos soportando este disparate; yo en la primer semana me fui, hace una semana que estoy en Buenos Aires, ahora volveré para allá”.
“Hay tres edificios más, El Esturión de Montoya, también está al lado, hay otro más de piedra, y la gente que trabaja, que es honesta, que trabaja en el Uruguay, que vive de estos dos o tres meses de vacaciones, prácticamente se pueden quedar sin trabajo, se quedan sin alquileres, no se pueden pagar las expensas (gastos comunes), es un disparate”, insistió en los daños colaterales.
Manifestó que “todo por un capricho o un negocio de un particular contra el resto de la población, el resto de la gente que veranea ahí, eso es lo que me parece un disparate”.
LOS PERROS
Un comentario desde Maldonado puso a Márquez en otro problema, los perros en las playas: “Es otro tema que se tiene que dilucidar, esperemos que algún día se pongan las pilas y hagan cumplir (las normas), o ponerle el cartel, que no se lo saquen, que no lo tiren, que lo hagan cumplir”.
“Por lo menos, tratar de poner el Uruguay al natural, con eso se ganaron una muy buena calificación de la playa (Montoya) entre las 10 mejores del mundo, y hoy es un horror”, observó.
Y completó: “Vale la pena explotar lo que a uno le sirve, y al Uruguay le sirve esto, así que hay que hacerlo cumplir, y se acabó”.
GESTIONES
Según datos obtenidos por FM GENTE la edila frenteamplista María Servetto, a quien le llegaron varias denuncias de vecinos que como Márquez se vieron afectados por los ruidos de la pilotera y de la obra, realizó varias gestiones para solucionar la situación generada en Montoya.
Finalmente y luego de una reunión con el Secretario General de la Intendencia, Diego Echeverría, se concretó la inspección correspondiente y se tomaron las medidas el caso para que cesaran los ruidos molestos.