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“No me quedó claro por qué (el prefecto) no me llamó o por qué se rehusó a aceptar que el ciudadano francés se comunicara conmigo”, dijo Chapuy.

“Ahora es una pregunta que la justicia va a estudiar porque esa persona hizo una denuncia formal hacia el hecho que le pasó, por qué fue arrestado”, y demás.

CON EL PREFECTO
Chapuy contó que “fui a hablar con el prefecto por dos preguntas que le hice, primero qué le reprochaba al ciudadano francés para esposarlo y llevarlo en esa condición a Prefectura y él me dijo que supuestamente era un desacato”.

“Desacato no sé si es no contestar a una pregunta o no poder identificarse en ese momento porque la persona no llevaba el pasaporte o una cédula lo que es normal al andar a caballo, en un caballo uno no lleva cédula ni nada, es un paseo”, interpretó.

Añadió que “le pregunté también por qué interrogó a esa persona cuando él solamente era usuario de un servicio; le di como ejemplo de que si uno andaba en un taxi y el taxi pasaba un semáforo en rojo no iba a arrestar al pasajero; en todo caso que hablara con el chofer, no con el pasajero”.

“Y la otra pregunta que le hice es que si el Uruguay firmó la Convención de Viena se debe llamar al cónsul que representa al ciudadano para ponerlo en una protección consular a ese ciudadano” en un caso como este, argumentó.

Admitió que “la ley que aplica, la ley de Uruguay, eso estamos todo el mundo de acuerdo, pero el tema es que nosotros tenemos que saber, cuando hay una persona detenida de otro país, tenemos que saber esas cosas porque tenemos que prestar asistencia a esa persona”.

“A veces hay gente que no habla el idioma, que no sabe cómo reaccionar, y esas son las preguntas que le hice al prefecto”, dijo el cónsul.

LO DESVALIJARON
Chapuy sufrió en esos mismos días un literal desvalijamiento de su casa y comentó el incidente y el procedimiento de la policía de Maldonado en el caso.

Cuando le preguntaron si estaba satisfecho con el trabajo policial, el diplomático dijo que “la verdad es que sí, muy conforme, por eso es que no quise prestar declaraciones cuando ocurrió el hecho porque la gente estaba trabajando y obtuvo resultados en seguida”.

“No quería entorpecer el trabajo de la policía”, justificó.

Dijo que no se había recuperado nada de lo robado, “pero vamos a dejar a la policía trabajar, tengo fe de que se va a recuperar”, aconsejó.

“Fue muy fuerte (grande), muy fuerte (el robo), no puedo creer que hayan llevado tanta cosa de una casa, y cosas que realmente en el mercado negro no creo que tengan mucho valor, como un cepillo de pelo, o no sé, mi afeitadora con la que me afeitaba todos los días”, razonó.

Agregó que también se llevaron hasta la “espuma de afeitar, no sé; se llevaron la leche, comieron unos alfajores en el lugar, se ve que tenían tiempo como para disfrutar de comer unos alfajores ahí”.

“Quiero agradecer a la policía, al inspector (Juan) Balbis y al inspector (Julio) Pioli por el manejo que hicieron, muy profesional” del robo a su casa, irrumpió al final de la entrevista sin que mediara pregunta o comentario sobre el tema.

Y agregó algo que es una novedad absoluta en el caso: “Y la verdad es que la parte de Policía Técnica también, que pudo dar con la huella digital del autor del hecho”, lo que estaría permitiendo dilucidar completamente el caso.