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Un hombre caminaba el lunes por Ruta 39. Llevaba consigo una valija aparentemente bastante pesada. Al llegar al kilómetro 45 apareció personal del destacamento Las Cañas de policía que procuró averiguar lo que pasaba.

Hecha la primera indagación en la ruta y comunicados con el destacamento, los funcionarios policiales creyeron tener elementos para pensar que el hombre tenía consigo, en la valija, varios bienes que habían sido denunciados como robados en la zona en los últimos días.

El personal policial solicitó entonces un móvil para mover al sospechoso y su valija hasta la comisaría, donde continuar con la investigación.

El hombre fue identificado como Marcelo Rivero Peña, de 42 años de edad, con antecedentes delictivos. Se incautaron 3.460 pesos, una campera, cuatro camisas, un cuchillo con hoja de 30 centímetros del tipo bayoneta con vaina casera de cuero, dos ates, un termo, una botella de whisky, cinco paquetes de tabaco peruano, tres perfumes, un par de zapatos, una máquina para cortar el pelo con cargador de batería, tres destornilladores, un desodorante, tres pantalones para hombre y seis cajas de cigarrillos.

Rivero Peña, los bienes incautados y su valija quedaron depositados en sede de la Seccional 2ª de policía de San Carlos.

El acusado iba a ser puesto a disposición de la sede Penal de 2º turno de San Carlos, cuando llegó un vecino a la comisaría para presentar denuncia de robo de parte de sus propiedades. Al comenzar a describir lo robado, los efectivos policiales decidieron ponerle frente a los bienes incautados a Rivero Peña Los reconoció todos como suyos. Presentó la denuncia

Aunque se tenía al sospechoso detenido, los bienes robados incautados y la denuncia del damnificado, los policías carecían de pruebas que demostraran que Rivero Peña era realmente quién había cometido el robo. A pesar de ello, se cortó la investigación y se lo puso a disposición de la sede Penal.

La juez a cargo de Penal 2º turno realizó los interrogatorios y expuso su convicción de que tenía elementos como para procesar a Rivero Peña bajo la acusación de que había cometido dos delitos de receptación en régimen de reiteración real. La receptación castiga a quien tiene bienes mal habidos o presuntamente mal habidos, para sacarle un provecho propio o para terceros. El Código Penal le castiga con penas mucho más blandas que las de hurto.

La magistrado ordenó igualmente que el acusado fuera internado de inmediato en Las Rosas a cumplir con la prisión preventiva.