Una red de agua potable será instalada a ras del suelo, en el barrio Kennedy, para subsanar los problemas de salubridad que generan las conexiones clandestinas. El director general de Obras de la Intendencia, Rafael Meilán, profundizó en los motivos de esta solución “provisoria” en el asentamiento. También informó que la semana pasada retomaron las obras de la ruta perimetral frente al Arboreto Lussich, tras destrabar asuntos técnicos con UTE.
Meilán argumentó que la intendencia está obligada a atender la “preocupante” situación de salubridad en el Kennedy y convino con OSE una solución “provisoria” que es paralela a los proyectos de la intendencia para realojar y regularizar a los habitantes del asentamiento.
Las viviendas están sobre una superficie muy plana, atravesadas por una cañada que genera problemas para la evacuación del agua que se consume a través de conexiones clandestinas, armadas por los vecinos desde las canillas comunitarias. Las cunetas del barrio no tienen pendientes y el agua queda estancada, lo que se agrava con los desbordes de los pozos negros en días de lluvia, generando un fuerte foco infeccioso para los habitantes, explicó Meilán.
Cada vez que las cuadrillas intervenían para limpiar esas cunetas y cambiar el nivel de las calles, la maquinaria arrancaba entre diez y doce conexiones clandestinas, generando las protestas de los habitantes por la pérdida de un servicio que, en realidad, no está regularizado. La intención no es regularizarlo, porque lo impide la ley, según se expidió el MVOTMA tras analizar cuestiones jurídicas.
Con el ingreso del ingeniero Jorge Hourcade a la UGD, surgió la posibilidad de hacer una red provisoria de agua potable por encima del nivel de la calle para que los vecinos se conecten de forma más ordenada. Luego se cortará el suministro a la vieja red clandestina y se habilitará el ingreso de las máquinas para cambiar las pendientes de las calles y colocar desagües.
“La intención es que los vecinos se apoderen del proyecto y colaboren en el cuidado de esa red que quedará expuesta. Se trata de involucrarlos en este trabajo, para evitar roturas que terminarán perjudicándolos”, comentó Meilán. El consumo de agua potable seguirá a cargo de la Intendencia y toda la obra partirá de los tres puntos de abastecimiento que ya existen, por lo cual “no se está innovando”.
El jerarca remarcó que esto implica el mejoramiento de una preocupante situación de salubridad del barrio, que la intendencia tiene la obligación de asumir. “No podemos esperar un brote de hepatitis para tomar medidas”, advirtió, y los procesos de realojamiento son “independientes de este proyecto”. Estimó que los trabajos comenzarán en 15 días.
OTROS TEMAS. Meilán también informó que el recambio de luminarias ya está en un 90% aunque se generó un inconveniente con la empresa Phillips, que después de lograr la adjudicación informó que había discontinuado la fabricación del modelo ofertado. Esto obligó a dividir la adjudicación entre las otras dos empresas y provocó retrasos, debido a lo engorroso del proceso jurídico, explicó Meilán. Las luminarias correspondientes a esta adjudicación todavía no fueron recibidas por la comuna.
Por otra parte, dijo que se superaron las dificultades técnicas que impedían avanzar en la obra de la ruta perimetral a la altura del Arboreto Lussich. El director relató entre la tumba de Lussich y el arboreto pasan casi todos los servicios que entran a Maldonado y se encontraron con que la normativa de UTE era “demasiado estricta” para mover cables de alta tensión en el lugar.
“Los ingenieros aplicaban la norma a un extremo que impedía continuar a obra”, por lo cual la intendente Susana Hernández se comunicó directamente con el presidente de la empresa estatal para pedirle “flexibilidad”. Finalmente la situación se destrabó y desde la semana pasada comenzó a trabajar una empresa para colocar los nuevos cables y avanzar en la ruta.